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Confieso que he vivido

Pablo Neruda

Amo tanto las palabras (...) Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío (...) Las agarro al vuelo cuando van zumbando y las atrapo (...) las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas (...)

Todo está en la palabra (...) Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció (...) Tienen sombra, transparencia, peso (...) tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria (. .)

Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos (...) Salimos perdiendo (...) Salimos ganando (...) Se llevaron el oro y nos dejaron el oro (...) Se lo llevaron todo y nos dejaron todo (...) Nos dejaron las palabras.

Universalia nº 2 Sep-Dic 1990