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La Perestroika en la Unión Soviética

Antonio Blavia E.*

Los alcances de la Perestroika en la URSS se determinan en dos aspectos, el histórico y el actual en su ámbito internacional.

En el aspecto histórico, los orígenes de este fenómeno se remontan a la Revolución del año 1917. En febrero, en plena guerra europea, o Primera Guerra Mundial, Rusia tomó medidas para cambiar su destino y dejar atrás un país dependiente y agrario, con 80 por ciento de población campesina, para atalayar los horizontes de una potencia industrial. Pero el nuevo Gobierno no hizo, para lograr esto, algo que debía ser preliminar y necesario: salir de la guerra en la cual Rusia servía de carne de cañón. Al continuar comprometida con la guerra, la sociedad no podía acumular las riquezas, las reservas, ni las fuerzas humanas para dar el impulso a la industrialización.

En octubre de 1917 toman el poder los bolcheviques y Rusia enseguida declara el fin de la guerra. La crisis política y la guerra civil llevaron a la creación de un gobierno fuerte de un solo partido que no reconoció los derechos de otros partidos, protagonistas del cambio de febrero, que de esta manera no pudieron influir en el destino del país aunque fuera en el papel de oposición legal. Así duró hasta el año 1929, y el país se desarrollaba por el patrón único de la industrialización.

Aquel año, en plena crisis mundial, Stalin, quien se hizo la figura central y más fuerte del gobierno, da un viraje político. Pretendiendo acelerar el ritmo de la industrialización y acumular más capital necesario para las inversiones en la industria pesada, Stalin declara la guerra al campesinado y a la industria pequeña y mediana. El trigo se vende en el mercado mundial; la divisa se usa para la industria. El Estado monopoliza toda la economía. El poder de Stalin se hace absoluto. Con este modelo muy duro y a un alto precio a niveles sociales y políticos, se construye el país realmente industrializado. El segundo período duró de 1929 al 1935, sin que se registraran cambios reales en la meta.

Pero la lógica personal de la dictadura de Stalin le dictó la necesidad de seguir gobernando y perseguir a los posibles candidatos y rivales potenciales al puesto máximo en la política nacional.

El tercer período comienza con el terror masivo desatado por Stalin y continúa durante la Segunda Guerra Mundial cuando la concentración del poder y de toda la economía parecía comprensible y explicable y asimismo se puede decir de la etapa postbélica, también ante la necesidad del restablecimiento de la economía destruida por la guerra.

En el año 1953 muere Stalin y el cuarto período se inicia. Kruschev intentó descentralizar el monolito de la economía estatizada, pero no tuvo éxito ya que mantuvo el mismo régimen político autoritario y unipartidista anterior.

Desde el año 1970 el rubro de la sociedad soviética será ahora perseguir el papel de superpotencia en escala internacional. Se orienta toda la economía hacia los objetivos pretensiosos y se pierden más y más los intereses de la misma población, del mismo ser humano. Toda la política del gobierno se concentra en un expansionismo económico, es decir, en aumento del volumen del producto de las exportaciones, en primer lugar materias primas y petróleo. Esto podía mantener la nave del Estado de manera provisional, profundizando la crisis estructural de la sociedad.

El sexto y actual período se abre en el año 1985 con las reformas promovidas por Gorbachov. El contenido de la Perestroika incluye cuatro objetivos de importancia. Primero, el Glasnot, que es una "Operación Verdad" para toda la población sobre la historia y actualidad del país, destinada a provocar el sentimiento favorable a los cambios necesarios en el país. Segundo, la reforma del Estado o la elaboración y aprobación por el pueblo y sus representantes electos de la nueva legislación, de una nueva Carta Constitucional. La tercera tarea consiste en la reforma económica, con las pretensiones de reducir el Estado en sus poderes monopólicos, crear nuevas formas de propiedad y producción para el mercado. La cuarta tarea es cambiar el rostro del país en la escena internacional e integrarse al sistema mundial.

En pleno proceso de reformas se creó el nuevo clima político que llevó la sociedad hacia la aprobación del sistema pluripartidista; surgen nuevos partidos, entre éstos los de orientación socialdemócrata, social cristiana, liberal y otros.

Ahora se trata del inicio de las reformas socioeconómicas. Hay varios proyectos de influencias que se discuten en la sociedad, entre ellos el gubernamental aprobado por el Congreso de Diputados en diciembre pasado, el cual se dirige, al mercado regulado por el Estado que se encuentra como iniciador y promotor de todo el proceso de reforma económica.

El segundo proyecto delega la promoción en otras fuerzas sociales que espontáneamente surgen en la sociedad y pretenden presentar sus propias ideas para el futuro. Estas fuerzas se organizan en nuevos partidos políticos, el social demócrata, por ejemplo.

El tercer proyecto trata la reforma como la herramienta de la creación del mercado libre, identificado actualmente como el proyecto neoliberal.

Aunque todas las reformas coinciden en la prontitud, algunas aparecen en el primer plano y otras en el segundo.

Desde 1989 empezó el período de la Reforma del Estado que siguió al de Glasnot, es decir, la apertura política y la liberalización del sistema. La reforma del Estado integra la nueva Constitución, la legislación económica, los procesos electorales y las demás funciones accesorias.

Simultáneamente se esforzó el proceso de transformación económica destinado a llegar a ser muy pronto, de importancia primordial. Entre otros problemas por resolver están el de hacer la moneda nacional convertible, la reducción de los gastos militares, la descentralización de la economía, la fundación del Banco independiente del Estado, la formación de nuevas formas de propiedad. Depende del Gobierno elegir el camino y el ritmo de las transformaciones.

En el campo internacional, la URSS se orienta al respeto al Derecho Internacional, cumplir con todos los convenios vigentes, está decidida a no intervenir en los asuntos internos de otros países, pretende jugar un papel muy activo en todos los aspectos de la vida mundial, es decir, quiere integrarse al sistema internacional en todos los sectores: económico, político, científico y organizacional.

La Perestroika no es un divorcio de las raíces ideológicas del régimen en que ha nacido y medrado, sino más bien una reforma total y estructural que pretende devolverlo a lo que considera fue su origen humanitario y social. El mismo Gorbachov cita a Lenin como el líder iniciador que habría llegado a la idea de que el "socialismo es un régimen de cooperativistas civilizados".

*Doctor en Ciencias Políticas y Administrativas

Universalia nº 3 Ene-Abr 1991