Ana María Rajkay Babó*
El pasado 22 de mayo fue instalada por el Vicerrector Académico, Prof. Rodolfo Milani la Comisión Evaluadora del Ciclo Básico, con la misión de valorar la trayectoria y situación actual de ese importante programa, detectando dificultades y oportunidades, para planificar de esta manera estrategias de desarrollo futuro.
La comisión, presidida por el Decano de Estudios Generales, está integrada además por el Decano de Estudios Profesionales, los Jefes de los Departamentos de Ciencias Sociales, Lengua y Literatura, Idiomas, Matemáticas, Física, Estudios Ambientales, Diseño y Estudios Urbanos, Computación y Ciencia y Tecnología del Comportamiento, un representante estudiantil y un delegado de la Comisión de Planificación.
Para este Decanato, tal proceso de evaluación sistemática y global, que se ha iniciado ya con la mejor disposición de todas las unidades participantes en el ciclo, es de primerísima importancia y esperamos que continúe desarrollándose con todo éxito.
¿Por qué evaluar el Ciclo Básico? Quizás se considere obvia la respuesta a tal pregunta; sin embargo, si recordamos nuestra actitud de resistencia, hasta ahora, ante todos los intentos de evaluación de cualquier actividad de nuestra comunidad, mientras nos quejábamos de tantas decisiones tomadas sin una evaluación apropiada, se hace más comprensible la razón por la cual vale la pena dedicarle estas líneas.
Cualquier proceso productivo de calidad debe iniciarse con la planificación y debe culminarse con la evaluación. Cuando por la naturaleza de su tarea, el proceso se hace cíclico, y por lo tanto se repite, exceptuando el primer momento inicial y el último paso antes de interrumpirlo definitivamente, la planificación y la evaluación deben estar incorporados en el proceso de una manera dinámica, transformándose la planificación en el resultado natural de la evaluación, y ésta, por lo tanto, en el paso inicial de un nuevo periplo del proceso. El proceso productivo de nuestra universidad se inició hace más de veinte años, y si bien durante esta corta vida, sus productos los profesionales egresados, los proyectos de investigación realizados y las contribuciones con la comunidad nacional han llevado a consolidar una imagen de calidad, o de excelencia, como lo llamamos en nuestro lenguaje propio, esa misma imagen nos obliga a preguntarnos cómo podríamos hacer para que sea sólida, duradera y mejor aún. Una de las maneras es respaldándola con un proceso excelente, sin fallas, en todos sus pasos. Esta preocupación ha movido a las diversas instancias de autoridad universitaria a promover la evaluación de lo hecho hasta ahora, para ayudar a formular planes para un futuro más satisfactorio aún. Para poder valorar, hace falta evaluar
En relación con el Ciclo Básico, la tarea no es sencilla. En primer lugar, debe ser especificado su objetivo principal: ¿debe ser remedial? ¿debe enfatizar la información o la formación? ¿debe elevar al estudiante al nivel universitario o debe ser una especie de antesala de ese nivel? Hay que analizar en profundidad el modelo que mejor contribuiría a cumplir con la tarea de incorporar al excelente bachiller que nos llega a un proceso universitario excelente también. En segundo lugar, hay que ver si las materias que se dictan son las que responden al perfil propuesto, en la medida apropiada, o si ellas deben estar distribuidas de una manera diferente. Por otra parte, es necesario revisar los mecanismos que definen al estudiante que ha de constituir cada nueva cohorte, las condiciones de permanencia, la asignación en carrera y todos los aspectos de la administración académica del estudiantado. También será oportuno preguntar cómo debe ser la actitud del docente que dicte clases en la universidad y en el Ciclo Básico específicamente, hacia sus estudiantes, hacia la materia y hacia su responsabilidad en general; qué metodología de docencia y de evaluación del aprendizaje conviene aplicar, con qué criterios de exigencia deben asignarse las calificaciones. Por supuesto, en estas breves líneas no se puede enumerar todos los aspectos intervinientes, sin embargo, ya es suficiente haber nombrado estos pocos para ilustrar cuán compleja es tal tarea, y también hacer ver cuán importantes son los aspectos a ser tratados.
Pero, ...¿qué es evaluar? Quizás la manera más sencilla de responder aquí es que evaluar es analizar nuestra actuación hasta el presente, compararla con las expectativas que originaron el modelo empleado y con las que actualmente privan para el futuro, reconocer los méritos y las fallas; en el caso de los primeros, afianzar las condiciones que permitieron su logro y, en el caso de las últimas, estudiar las razones que las produjeron para sugerir maneras de superarlas. Condición fundamental es una sinceridad completa por parte de todos los miembros de la comunidad, y una mente totalmente libre de prejuicios que sesguen el análisis o las sugerencias, para permitir que converjan todos los esfuerzos hacia la única meta que debería importarnos, que es lograr una universidad mejor para estar cada uno de nosotros mejor también.
El nombramiento por parte del Consejo Académico de una comisión para liderizar esta tarea, que incorpora a todos los que están involucrados en el Ciclo Básico, incluyendo a representantes estudiantiles, y a otros que pudieran estarlo, augura unos resultados realmente satisfactorios y representativos de los deseos de la comunidad.
La cultura... é organizzazione, disciplina del propio io interiore, é presa di possesso della propria personalitá, é conquista di coscienza superiore, per la quale si riesce a comprendere il proprio valore historico, la propria funzione nella vita, i propri diritti e i propri doveri.
Antonio Gramsci
"11 Grillo del Popolo", 29 de Enero de 1916.
Cultura... es organización, disciplina del propio yo interior, es posesión de la propia personalidad, es conquista de una conciencia superior, por la cual se logra comprender el propio valor histórico, la propia función en la vida, los propios derechos y deberes.
Universalia nº 4 Abr-Jul 1991