José Antonio Ramos Sucre
A comienzos de la década de 1920, cuando el poeta cumanés José Antonio Ramos Sucre (1890 1939) apenas pasaba de los 30 años, escribe varias cartas a su hermano Lorenzo en las que actúa como su mentor moral e intelectual, dándole atildados consejos para su iniciación en la lectura de buenos libros y en el arte de escribir bien. Salvando la distancia de casi setenta años, resulta interesante releer algunos fragmentos de estas cartas, comprobando que algunos de ellos continúan plenamente vigentes. Los textos fueron tomados de la edición de las Obras Completas de Ramos Sucre (Caracas, Biblioteca Ayacucho No. 73, 1990. Prólogo de José Ramón Medina y Cronología de Sonia García)
Estimado Lorenzo:
[...] Ya te había escrito diciéndote que debes escribir con el único adorno de la expresión exacta y suprimiendo cruelmente lo que pueda sonar a discurso. La palabra debe ser siempre humilde y llana. Nunca debe llamarse la atención. Evita las malas compañías. Allí hay muchos alcohólicos. Vive solo, pero sé amable.
Debes tener de tu propiedad estos libros en versiones francesas y en prosa, excepto la Biblia, que debe ser la versión protestante de Cipriano de Valera.
La Ilíada y Odisea, Plutarco, Virgilio, El Edda o sea la Mitología escandinava (este último libro te lo consigue François Jarrin, Rue des Ecoles 48 o J. Gamber Rue Danton 7), la Divina Comedia, Orlando Furioso por Ariosto, Don Quijote en español, el Fausto de Goethe, el Telémaco, las Mil y una Noches.
Leer, aunque no los tengas:
Teatro Inglés (Shakespeare),Teatro español (Lope de Vega, Calderón, Timo de Molina, Alarcón), Teatro griego (Esquilo, Sófocles, Eurípides), Teatro francés (Molière, Racine y CorneiIle). Con leer algún drama de cada autor te basta.
Te basta leer algún ejemplar de cada tipo de novela: Novela picaresca (Gil Blas). Novela de casualidades inverosímiles (Tres Mosqueteros). Novela histórica (Walter Scott). Novela típica de Inglaterra (Dickens, Jorge Eliot que es mujer); Novela típica de Rusia (Dostoyevsky). Novela típica de España Moderna (Galdós, Pedro Antonio de Alarcón), el dramático es Ruiz de Alarcón.
Los mejores manuales de historia universal son los de Duroy, y la mejor historia de Venezuela es la de Baralt que debes tener propia.
El día que hayas leído todo esto poseerás una cultura literaria enorme. Ya ves, no es necesario leer muchos libros, sino los libros característicos de cada nación y de cada época [...]
[...] Ocúpate de leer primero los libros que te aconsejo, y no te dejes guiar en ese punto por más nadie.
Estoy dispuesto a servirte con todas mis potencias. Mándame como quieras. Se amable y vive solo. Complace a tus semejantes y esquívalos. Haz de cada persona con quien trates un amigo, pero no un amigo importuno sino un amigo útil. [...]
[...] Apruebo que escribas. Para ello escribirás todos los días un pensamiento que sea la consecuencia lógica del que hayas estampado el día anterior. Escribe siempre a la misma hora. Redacta con la mayor simplicidad y con el menor número de palabras. No intentes redactar sin saber muy bien lo que quieres decir. No imites nunca lo que otro haya dicho, porque cada hombre es un mundo aparte, y además cada hombre tiene dentro del espíritu una mina en la cual siempre halla lo que necesita. Óyete a ti mismo. Lee a Baralt, Ricardo León, Pardo Bazán, Cervantes, Mariana. Sobretodo lee muy bien a Baralt como si fuera un libro de oraciones. Con esos autores aprenderás a manejar el castellano. Consulta constantemente el diccionario. Uno siente cuál es el adjetivo que debe aplicar al sustantivo, y ése es el que debe aplicar. Pon adjetivos originales, propios de ti, que sean la opinión tuya sobre lo que pienses o veas. Para ser original, te basta escucharte a ti mismo, evitando copiar. Pero no olvides que primero está la belleza que la originalidad. Otra cosa, sé muy moderado al escribir, no incurras nunca en exageración, en desproporción. Familiarízate mucho con Baralt, léele todos los días. Cada vez que leas un libro, escribe tus impresiones, en un estilo sencillo, con el menor número de palabras, y con lógica, deduciendo cada pensamiento del anterior.
Es necesario que ahondes la carrera que tienes, ocúpate de finanzas, de economía política, de bancos, y escribe sobre eso. No digas nunca así fue que, sino así fue como; allí fue que, sino allí fue donde; entonces fue que, sino entonces fue cuando; por esto es que, sino por esto es por lo que; tan es así, sino tanto es así.
Escribir es cosa de mucha paciencia, y no debe omitirse un día. Se escribe todos los días, sin excepción. Para escribir bien es necesario saber de memoria el mayor número de palabras y de frases castizas.[...]
[...] Escribir bien se reduce a escribir con expresiones exactas. Para lograr la expresión exacta, se requiere conocer bastante el diccionario. Hay que estudiar el diccionario, conocer el mayor número de palabras y de giros o frases. [...]
[...] Hay que leer prefiriendo los autores mayores a los menores, Virgilio a ViIlaespesa. Recomiendo la Historia Universal de Juan Vicente González o los manuales de Duruy, quien encierra toda la historia universal en seis pequeños manuales sobre cada época (Edad Media y, etc,). [...]
[...] Lo que se escribe debe tener un solo adorno: el de la exactitud. Lo que se escribe no debe causar efecto, alarma en el lector, la expresión no debe sonar jamás a discurso, a elocuencia declamatoria y tribunicia. Nunca, en lo que se diga, haga o escriba, se debe llamar la atención. En este principio se fundan todas las virtudes sociales.
Te abraza:
José Antonio
Universalia nº 5 Sep-Dic 1999