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Historia mínima de la ciudad

Arturo Almandoz Marte*

Fenómeno inagotable e incesante, totalidad concreta, mundo en sí misma, espejo que vuelve simultánea la historia, la ciudad es acaso la mayor creación humana. Por ello, su complejidad es suprema, enigmática y por momentos inexpugnable, pero siempre seductora.

Plantearse el estudio de la ciudad no es tarea fácil, pero sí gratificante. Su concepto mismo es desmesurado, históricamente cambiante; pero el tratar de rastrearlo a lo largo de 5 mil años de historia urbana abre perspectivas sorprendentes para su comprensión y, más aún, para la comprensión de nosotros mismos, en tanto herederos de esa tradición milenaria. Seguros de esa recompensa y de la máxima importancia de la ciudad en tanto realidad social más propia e inmediata al hombre de todos los tiempos, nos hemos planteado la apertura de un curso que dé ocasión de comprender la ciudad a través de su proceso histórico. Así, "Historia mínima de la ciudad" (DUX 133) pretende identificar los principales momentos del proceso de desarrollo histórico de la ciudad occidental, hasta la metropolización que hoy conocemos, caracterizando y analizando los componentes urbanos de cada uno de esos momentos. Tal recorrido debe capacitarnos para una mejor comprensión y apreciación de nuestra ciudad contemporánea, mediante su puesta en perspectiva con las ciudades históricas que la han precedido y prefigurado.

"Historia mínima de la ciudad" también desea servir como curso introductorio para todos aquellos estudiantes que, sin pretender la especialización, sienten inquietudes por los temas urbanos, los cuales constituyen una interesante vertiente del Programa de Estudios Generales. Por ello, sin perder de vista la vastedad de la historia urbana, pero convencidos de la conveniencia de incluirla en tal Programa, nos aventuramos a ese viaje milenario (aunque sea mínimo).

Hablo del gran rumor que viene del fondo de los tiempos, murmullo incoherente de naciones que se juntan o dispersan, rodar de sus multitudes y sus armas como peñascos que se desempeñan, sordo sonar de hueros cayendo en el hoyo de la historia. Hablo de la ciudad, pastora de siglos, madre que nos engendra y nos devora, nos inventa y nos olvida.

Octavio Paz,
"Hablo de la ciudad"

*Urbanista USB y Técnico Urbanista (Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid)

Universalia nº 5 Sep-Dic 1991