Un hombre que viajaba a través de un campo se encontró con un tigre. Y huyó, mientras el tigre lo perseguía. Al llegar a un precipicio, se agarró a la raíz de una liana y saltó al otro lado. El tigre lo olfateaba desde arriba. Temblando el hombre miraba hacia abajo, donde otro tigre lo esperaba para devorarlo. Sólo la liana lo sostenía. Dos ratones, uno blanco y otro negro, poco a poco, empezaron a roer la liana. El hombre vio una linda fresa cerca. Agarrándose bien de la liana con una mano, con la otra cogió la fresa. ¡Qué sabrosa estaba!.
Gautama Buda
Citado por Armando Rojas Guardia en su Conferencia "Qohelet y la moral provisional (el principio de incertidumbre)" en el Ateneo de Caracas, 1990.
Universalia nº 7 Abr - Jul 1992