Juan Lecuna
(Cuarto con decoración postmodernista, es decir, cualquier mezcolanza de elementos decorativos, y olor postfestejo, es decir, ídem de ídem que impresionan organolépticamente el sentido del olfato. Postadolescente en cama, semidesnudo. Trata de incorporarse y lo logra.)
Piensa:
"Ahora tengo que abrir el regalo de tío Juan ¿Qué se le habrá ocurrido comprar? Muy corto y ancho para ser una pluma, que es siempre lo primero que le viene a la mente. Como me gradué en Letras, además, sería lo más indicado; un libro, aunque interesante o de moda, es algo que indicaría mi pasividad en la profesión, mientras que un dispositivo para escribir sugiere una postura asertiva, activa, creativa y otras lavativas. Pero esto es muy corto y ancho. Menos mal, porque nunca me han gustado las plumas, y ahora con procesador de palabras no se usa ni el lápiz. (Sigue observando el paquete.) Cabrían sí, junto con la pluma, un bolígrafo y un lapicero, pero el largo no da. ¡Qué dolor de cabeza! (agita la cajita) No, no es agua de Colonia, que sería la segunda opción ¡Una corbata! No, así no las envuelven. (Bosteza y se rasca la espalda.) Tendré que abrirlo para saber. (Rompe el papel y abre el regalo) ¡Horror de los horrores, qué es esto! El licor me ha hecho daño, tengo delirium tremens, la muerte chiquita, ratón esquizofrénico, ¡qué esperpento infernal! No vuelvo a tomar ¿Qué monstruo es este Quasimodo de las plumas, aborto de Montblanc, Rigoleto de la escritura, Edsel de la Parker, estilo del erebo, alma en pena de la Pelikan?, ¿del Tártaro has venido, espantajo? (El deforme objeto no responde.) Lo agarro y lo boto. ¿Y si se me queda la mano pegada? No, esto es efecto de la caña, pero mi papá no compra whisky decente, sino el tapa amarilla; aunque tía Yolanda sostiene que el tapa amarilla es muy buen detergente. (Se prepara dos Alka Seltzer, se los toma y espera que hagan efecto.) Efectivamente es una pluma deforme o el daño al cerebro es irreversible. (Se asoma afuera del cuarto y llama a los hermanos, especialmente a Diego, que no debe estar trasnochado, ni haber ingerido licor; comienza la etapa a lo Sófocles, pues aparece el segundo personaje, Diego).
Diego: -¿Qué pasa?
Personaje principal: -Mira.
Diego: -¡Je! ¿Es un yesquero?
Pp: -No parece.
(Entra Alejandro, comienza Eurípides)
A: -¡Qué pluma tan fina!
Pp: -“¡Váyanse, no me dejan dormir!” (Las comillas indican pensamientos). Con que se salió con la suya y es una pluma. Vaya, de tanquecito, ¿qué son estos papelitos? (Una hojita con ideogramas indica el origen oriental, seguramente del Sol Naciente, y otra está escrita a mano). Encima de todo me la dedica. (Lee). Querido sobrino, quise hacerte un regalo adecuado a tu profesión; pensé en un libro, pero ya tu debes abandonar la actitud pasiva frente a las letras, debes ser más activo, creativo, asertivo y agresivo, por lo tanto he creído que lo más indicado et coetera.
Universalia nº 11 Sept - Dic 1993