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Editorial Nro. 36

Sujetos en Caracas

Caos y hostilidad, quizás sean las dos palabras que dominan el discurso mediático sobre la experiencia de vivir caraqueña. La ciudad capital es percibida como un espacio adueñado por la violencia: vías y calles rotas, llenas de basura; tráfico denso e insoportable; pobre y escaso servicio de transporte público; agresividad entre  los habitantes, quienes en instantes pueden pasar de ser víctimas a victimarios; estas circunstancias, reales o no, ciertas o exageradas por noticias en los medios de comunicación, por rumores que corren en las redes sociales, han hecho que los caraqueños nos refugiemos en nuestra parcela particular de vida, y centremos nuestra relación con Caracas dentro de un centro comercial, el que más cerca nos quede de la casa o del trabajo. Valoramos la seguridad por encima del conocimiento de la propia ciudad, cuyos espacios públicos nos resultan inhóspitos.

En ese sentido, los textos que componen este número de Universalia nos invitan a adentrarnos en un discurso que pone en entredicho lo que usualmente se dice de Caracas. Y, por eso mismo, nos estimulan a experimentar la ciudad más allá del miedo y la prevención. Sin dejar de reconocer sus problemas, los autores, estudiantes del curso de LLA113 (Lenguaje III), dictado por el profesor Andrés Pérez Sepúlveda durante el trimestre abril-julio 2012, nos plantean que la experiencia de vivir en la capital excede los muros de un centro comercial. Visitar un mercado, recorrer un pueblo trastocado en zona comercial, caminar por el centro de  la ciudad son algunas de las experiencias que, según estos artículos, nos hacen conocer una Caracas que permanece oculta para quienes no se arriesgan a salir de su espacio de seguridad.

¿Valdrá la pena el riesgo? Los jóvenes que aquí escriben nos dicen que sí, que vale la pena irrumpir en la ciudad y caminar y pasear y vivir lo que significa habitar en una gran urbe. De lo que quizás veamos como una aventura, puede nacer un sentimiento de amor, de comprensión hacia el espacio donde somos sujetos, en el doble sentido de este término, sujetos porque en él estamos y sujetos porque en él nos constituimos como seres con derechos y deberes, con valores y principios. Vive tu ciudad, es el mandato que  nos imponen estos textos. Vive tu ciudad, pon el miedo a un lado y sumérgete en la experiencia de ser sujeto en Caracas.

Prof. María del Carmen Porras

Coordinadora del Ciclo Básico