A pesar de lo que se padiera esperar de una universidad esencialmente tecnológica, la actividad literaria entre los estudiantes de la U.S.B. no es extraña. Es satisfactorio constatar que aun bajo el duro régimen trimestral todavía sobrevive un espacio para la expresión creativa y el disfrute de la comunicación. Ellos son los ganadores del concurso de poesía que organizó el centro de estudiantes en el trimestre enero-marzo del 94, cuyos jurados fueron los profesores del departamento de literatura Graciela Montaldo, Violeta Urbina y Javier Lasarte. Una muestra de lo que aquí se hace para reivindicar el placer de la palabra, el amor, la locura, una buena tristeza, una buena alegría o tan solo... unos ojos bonitos.
Veredicto
El jurado del Concurso de Poesía del CEUSB, profesores del Departamento de Lengua y Literatura: Graciela Montaldo, Violeta Urbina y Javier tasarte, reunidos, acordaron el siguiente veredicto:
• Otorgar el primer lugar a los poemas correspondientes al seudónimo llurio Crilerión (José Tomás Montelongo, Maestría en Ciencias de la Computación).
• Otorgar el segundo lugar a los poemas correspondientes al seudónimo El Colibrí Zurdo. (Roldán Muradian, Licenciatura en Biología).
• Otorgar el tercer lugar compartido a los poemas correspondientes a los seudónimos Edipo (Alexander Cols, Computación), Alcibíades (Adriana González, Arquitectura) y (Ilegible) (Filinto Durán, Ing. Electrónica).
• Hacer mención especial del poema "Indigenista" de Motín (Victoriano José García Osorio, Ing. Química).
En Caracas a los 10 días del mes de mayo de 1994.
Graciela Montaldo
Violeta Urbina
Javier Lasarte
PRIMER PREMIO
José Tomás Montelongo
Estudiante de la Maestría en Ciencias de la Computación
AL FINAL
Al final de mi infinito
cuando mis ojos se pierdan
en otro horizonte,
cuando pueda contar los pasos,
cuando las hojas no caigan
y el viento se empoce,
cuando casi no te piense
y te crea un sueño
tan antiguo corno el tiempo,
te encontraré de nuevo
y sabrás mi primer frase
como se sabe quién sé es,
y besaré tu alma
y reirá la tarde,
abrazarás mi espíritu
y reiremos siempre .
CUANDO NIÑA
La tristeza es una muerte lúdica
una muerte sin luna
y con cielo de papel,
una muerte sin lo bonito
que tiene la muerte
que es morirse.
La tristeza juega a matarnos
sólo un poco
despacito,
como en broma
y luego se ríe y regocija
se toma casi cariñosa
y casi nos convencemos de amarla.
La tristeza es cruel e inocente
infantil y erótica.
La tristeza es la muerte cuando niña,
o más bien,
la muerte adolescente .
SIN MEMORIA
Casi me duele el cielo
cuando te escucho llover,
y toda la tristeza del mundo
se condensa en tus ojos,
excepto por una poca
que siempre guardas
junto a tu infancia,
y sólo muestras cuando jugamos
Me gustas triste
porque el tiempo tropieza
en tus palabras
y casi puedo respirar tu pensamiento,
y con un poco de imaginación
de sueño
puedo asir,
en el delirio,
lo esencial de tu nostalgia
tu tristeza más profunda.
Solemos volar para olvidar
lo que somos:
hombres sin cielo
mujeres sin nube
amantes tristes sin memoria.
SEGUNDO PREMIO
Roldán Muradian
Estudiante de la Licenciatura en Biologia
DESCARTE
Suelo tener la sensación
de que en algún lugar
alguien olvidó olvidarme
de ser un extranjero
un suceso foráneo
una alucinación duradera
que tengo mi origen
en un sueño irremediable
alguna obsesión
o en un simple descuido
que apensa soy
la subyugante levedad
de la esperanza
temo que lo que pasa
es que me he ido borrando con los años
que del que nació concreto
queda ya poco
que esta condición afantasmada
es la consecuencia de mis múltiples muertes
que en cada una de las vidas que he perdido
he dejado algo de ésta
la última
la que queda por descarte.
HOMBRE
Para hablar del hombre
del hombre con minúscula
el de verdad verdad
que se acuesta con sueño
y orina al levantarse
Para hablar de aquél
que se muere suavemente
almuerza, y luego sigue muriéndose
Para hablar de ese, el ineludible
el poco poético nombre
de todos los días
del animal cotidiano
que a veces se persigna
y otras tantas se lava los dientes
me refiero a ese personaje, que por lo concreto
(por lo real debería decir)
resulta poco digno de ser mencionado
al que nadie dedica un libro
un cuadro o una película
y sin embargo parece ser
el representante de la especie humana
tal parece que le tuviéramos miedo
o que fuera la vergüenza de la raza
o el síntoma de una enfermedad congénita
para hablar de ese sujeto
habría que armarse de valor
tragar fuerte
y hacer como si no lo conociéramos
eliminar todo rasgo de compasión
y endurecernos a tal punto
de poder tratarlo como un objeto de estudio
todo eso
para no morir de pena en el intento
por lo demás
me reconozco incapaz de tales hazañas
por eso les pido
me disculpen lo anterior
y..
mejor pasemos a otra cosa .
TERCER LUGAR (COMPARTIDO)
Adriana González
Estudiante de Arquitectura
* * *
Yo soy la cueva visitada por la serpiente
de cuyas fauces surge el destino de los hombres.
Como si quisiera aproximarme una vez más
y tristemente
a ese lugar tan fuera del ámbito de las palabras
y que sin embargo,
sólo logró entrever a través de ellas.
Me coloco el sombrero sin ojos,
el sombrero del grito y vuelvo
a la lenta agonía de mi respiración.
Yo soy una cúpula de silencio
que me convierte en mofa
rayando sobre la servilleta trascendente.
Reírse, por favor
del aliento y el polvo,
la tierra de cada tiempo, de cada ladrillo de pensamiento.
Volverse, por favor
un autómata del sueño en negro
y observarse desde fuera asistiendo al teatro cotidiano.
Y, sí. Portarse bien: caer por siempre
como si estuviesen viéndonos.
Cuidar la comida,
no mirar a nadie directamente.
Hay que morirse.
Yo, me declaro muerto por el resto de mis días.
Declaro,
que ya no puedo escuchar,
ya, más nada,
no más Wagner,
ninguna voz de mujer agujereando mi respiración.
Declaro,
que el fondo único y abismal
y el absoluto (como diría Sábato)
se radica y habita únicamente en la burlita.
Y burlarse, pero burlarse con seriedad
porque uno es artista y el arte es serio.
La joda, la joda.
Dios es sordo. Hay que colgarse de los labios de Dios
y meterse en la boca de Dios para gritar de dolor.
Hay que pararse en medio del ampere a preguntar ¿Quo vadis Pietro?
como lo haría el Maestro Bienamado.
Hay que sonreír desde lejos
comprendiendo el adorno y la forma
y colgarse por favor
de los labios enmudecidos de Dios,
tralalá, tralalá.
Amén .
Sujetamos un silencio
estrecho de calles
ansiando un nombre insondable:
barbas hieráticas
en las fórmulas eternas.
Habitamos pasillos indiferentes,
universos de rincones.
Nos inclinamos cuatrocientasmil veces
adorando dioses de baba seca.
No podemos cansarnos,
todavía .
TERCER LUGAR (COMPARTIDO)
Alexander Cols
Estudiante de Ingeniería de la Computación.
OJOS SIN LUZ
Hay un momento en la noche, entre la pregunta y el silencio,
en el que nuevamente somos cazadores de indicios, en el pasado
buscamos la verdad de las máscaras; pero el tiempo es
una piedra en el corazón, piedra sobre piedra crece
el desamparo, el tiempo es un jabillo en la memoria, entre
espina y espina se desgarran los recuerdos.
Hay un momento en la noche, entre la certeza y la duda,
en el que nuestras verdades son una circunstancia, un lugar en
otra piel; y el tiempo es una piedra que rompe tristezas, un
hilo que nos conduce fuera del laberinto de las palabras.
Hay un momento en la noche, entre la vigilia y el sueño, en
el que nos damos cuenta que este velar es una lucha contra
el olvido, pero el tiempo es un color que escapa al mirar .
TERCER LUGAR (COMPARTIDO)
Filinto Durán
Estudiante de Ingeniería Electrónica
Cuando se lea esto morirá mi alma,
empezará a derramarse el denso líquido,
caerán los árboles de algún sabio
que no fue DIOS y pareció humano.
Cuando se lea esto se olvidará un reino,
correrán las llamas para iluminar un día,
un día oscuro, un día eterno.
Cuando se lea esto se reirá el infierno,
porque estoy viejo y lánguido,
y me ufané de ser el dueño.
Cuando se lea esto
desearán que no haya escrito,
porque me habrán enterrado,
porque estaré muerto.
Hoy nacerá un gusano sobre mi tumba.
En tres días ensanchará su cuerpo
hasta hacerse inhumano y todos lo creerán perfecto .
Las paredes grietas se oyen
caen gotas sueño del ente despierto
difundiendo los sonidos
de un selvático instrumento.
Los ritmos dedos reposan
comiendo la ambrosía
de unas notas incienso.
El oído se llena
de este pentagrama etéreo.
Se asfixia la crisálida
con el vaho del momento,
la mariposa abre vuelo
construyendo el arcoíris de notas
por el que nos deslizaremos hasta un beso .
Un banco se amolda a mi desnudo cuerpo
Mis dedos tocan las nubes de unas teclas
mudas, cariñosas, pródigas.
Saboreo el fruto de un pecado,
me trago su semilla,
crecen sus raíces,
conviértese mi piel en su corteza
brotando su savia por mi boca.
Caen mis falanges,
despertándose el géiser de un sonido
que esparce su rocío por tu cuerpo,
en tus ojos,
descifrando el laberinto que forman tus oídos
dejando lágrimas en tus lóbulos
afirmación de todos tus sentidos
Tu desnudez se acerca,
mis nervios se estremecen
Exploto en mil pedazos.
Mis células se riegan en el cabalgar de unos trinos
Se abren grietas en mis ojos
dando paso a un riachuelo
que sigue el bemol de esta nota
Tu cuerpo sobre el mío
Mis manos en el piano
Tu boca en mi mejilla
Mi aliento evaporando el sudor de teclas negras
perfuma el cuarto con el acorde apasionado de un final,
de este amor, mi deseo
El piano nos aplaude
se va Chopin contento al lecho
Queda tu cuerpo dejando caricias en mide dedos
Enmudecen las teclas
esperando el retorno
de cien mil nuevos conciertas .
MENCIÓN ESPECIAL
Victoriano José García Osorio
Estudiante de Ingeniería Química
INDIGENISTA
(Poema en tres partes) (Dic. 93 -Ene 94)
I. CIITLALI
Tambores,
filigranas de colores,
rociando todo el aire
en sinfonía.
Penachos,
verdes de belleza
y de esperanza,
altivos otra vez,
explosiones de siluetas,
ríos que fluyeron
mojando a mi tierra,
mezclándose en el barro
caliente,
bailando al claroscuro
de la sombra
de un pasado.
Tan exiguo, tan sonoro,
que asiste en cada baile
a su propio funeral.
Donde mil penachos de jade,
de obsidiana,
de águila-quetzales
renacen de cenizas.....
prófugos del olvido.
II.- IZTAPOPO
El Gigante Humeante,
sentado,
impasible,
dueño de sí mismo,
guardián de mil secretos
cae en cuenta
de la virgen que guarda
cada día, cada noche,
en cada amanecer.
La Mujer Dormida,
soñolienta,
entregada en cojín de
nieve
al vasto sueño
de esperanza
en un pasado que tiene
futuro,
en remolinos no muertos
por el tiempo,
en cantos de chotacabras,
de cenzóntl,
de coyótl
...y también de avaricia
...por el oro escondido
en el corazón de mi
tierra.
III.- BATALLA DE OLVIDO
Sonidos de vibrante cascabel,
confinados en el humo,
radiantes de entre el humo
Notas no apagadas
vivas en el aleteo
de las plumas de colibrí
colgando del viento encendido.
Presentan ante mí su batalla
contra el olvido,
en defensa de lo indefendible
Con gritos de águilas
remueven de mi corazón
el último vestigio de duda:
Ahora no lo dudo más:
del paso de Cortés fui Gigante
y dormí en el seno de su mujer
Universalia nº 12 Ene - Jun 1995