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Editorial: El centro de Universalia

 

Carlos Pollak Sapene

La primera vez que escuche hablar de paradigmas recibí una corta pero contundente demostración que comparaba dos visiones del mundo, la de Ptolomeo "La tierra es el centro del universo" y la de Galileo "La tierra gira alrededor del sol y es parte de un pequeño sistema dentro del universo". Se explicaba que cada interpretación representaba un paradigma o la forma de entender y generar el conocimiento: el primero, centrado en el hombre como la máxima creación divina y el segundo, deviene de una compleja visión sistémica del universo.

Un cambio de punto de vista afectó las normas y límites del conocimiento, así relegó a la religión de su papel preponderante y dominante, para que el conocimiento y la búsqueda de la verdad fuera el nuevo centro de la acción y axiomas humanos.

Hoy día estamos enfrentando un nuevo paradigma en la educación, que analógicamente en vez de estar centrado en el profesor como el dueño del conocimiento convierte al estudiante en el actor principal del modelo educativo, en un aprendizaje basado en el conocimiento y capacidades de cada estudiante, donde el profesor permanece como asesor, transformador y medio de apoyo al proceso. Este cambio puede transformar las convicciones consideradas por siglos como válidas para la educación y cuyos resultados pueden ser verdaderamente significativos.

El Decanato de Estudios Generales apoyado en las propuestas del proceso de re-ingeniería sobre el modelo educativo "centrado en el estudiante", ha preparado este número, el decimoquinto de Universalia, con trabajos de los estudiantes o de profesores en referencia a ellos.

Ya habíamos cambiado el formato de Universalia impresa para hacerla más accesible a los estudiantes, también hemos introducido espacios de opinión estudiantil en Universalia en líne@ y ahora nos proponemos incorporar al estudiante como nuevo protagonista de este medio de comunicación. Nuestra visión sería tener una Universalia hecha para los estudiantes por los estudiantes.

Pienso que no nos equivocamos, durante la Semana de Estudios Generales donde pudimos comprobar con el concurso de poesía (con más de 70 concurrentes) que nuestros estudiantes están dispuestos a participar y aportar resultados de calidad. Por eso creemos en este cambio que convertirá al estudiante en el motor de su aprendizaje, y así, en muy pocos años podremos decir con pertinencia que hemos cambiado y superado nuestras propias limitaciones.

Universalia nº 15 Abril-Diciembre 2001