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Astrid Salazar Siry

Veredicto 2001
Concurso Literario Anual
Mención Poesía "Iraset Páez Urdaneta"
Tercer Premio

Astrid Salazar Siry
Ingeniería de Materiales, mención Polímeros

 

Juegos tontos

Un hálito de misterio te envuelve el corazón
Mientras el mío se arrodilla y suplica
por una suave caricia, un profundo suspiro
antes de caer destrozado ante la dureza de tus silencios.
Por querer crecer en campos áridos
mis pétalos se han bañado de un insípido carmesí
Afloraron las espinas, murió un sentimiento en el porvenir.

Brillante y casi sacrílego, te veo como ese pecado que me robo el cielo
Y me dejó sin nada que decir, sin grandes esperanzas
Con una expresión estúpida clavada en el rostro.

Estática y ridícula, soy el payaso que llora
ante su reflejo, ante su vida
mientras las sonrisas ajenas lo colman de confusiones y dolor.

Las palabras vagan como fantasmas, se clavan y abren la piel
Me condenaste con pocas de ellas
Te despedí inventando unas que no sentía.
Para escucharlas le he puesto melodía a la tristeza y al fracaso,
Y finalmente siento tu voz y logro entender lo que nunca pudiste decir.

Con oraciones y cantos fluía mi amor a tu desdén
Aunque el llamado fue inútil, aún te queda su eco
Para recordarte que estos juegos no tienen reglas ni excepciones
Sólo pocas ganancias y rudas lecciones
Que te dejan los bolsillos vacíos y el alma llena de melancolía.

Versos

Lloré mientras te tuve, porque sabía que no estabas.
La partida sólo dejó lugar para los disfraces y sin saberlo
te vas con una lágrima mía extraviada en tu bolsillo.

¿Cómo ser más adorable?
¿Cómo respirar para no molestarte?
No es significante, no sé ser ideal,
sólo sé que no soy yo quien puede competir contra tu espejo.

Las palabras han hecho un viaje sin retorno.
Márchate, la alfombra está tendida, rey
No verás dolor donde no supiste ver afecto.
Te sentirás limpio, justo y sincero...
No puede haber culpabilidad donde no hay conciencia.

Seremos felices, todo estará bien día a día.
Yo, buscando al amor que no he tenido
Tú, sin saber que lo perdiste.
(¿te importa acaso?)

Versos

Versos que han pasado como horas en el reloj de la melancolía
se iluminan y anochecen, florecen y se marchitan
contando recuerdos que se condensan en el alma
y que luego lloviznan la vida de emociones.

Fotografías y palabras, sueños y momentos, sólo versos
cuya rima es el latido oscilante del corazón que vive y muere
buscando siempre una serenata que dignifique nuestros amores
y nos libere del encierro del silencio y la indiferencia.

Allí te encuentro, te olvido, te abrazo
Entre versos besas mis labios y me amas, tal como quiero
Muevo los hilos del sentimiento oculto dentro de mi pecho
y rezo una oración casi esotérica
invocándote pese al tiempo, moldeándote en las cenizas.

Universalia nº 15 Abril-Diciembre 2001