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Las dos torres: inspiración para el mundo

Gustavo Adolfo Salloum Salazar *

"Los traidores son siempre desconfiados"
Gandalf

Tristemente el segundo capítulo de "El señor de los anillos" de J. R. R. Tolkien, comienza con la división de la comunidad del anillo, una comunidad creada para resguardar el anillo único de las manos de Saurón (el señor oscuro) y fundirlo en el monte del destino. Esta comunidad se caracteriza por ser mixta llamando así a la unión de los pueblos de la tierra Media donde Hobbits, Hombres, Elfos, Medio-Elfos y Enanos, a pesar de sus diferencias y antiguas fricciones, consolidan sus fuerzas en función de la paz y seguridad de los suyos. La ambición de un solo hombre (Boromir) es el detonante de la disolución de la comunidad, el deseo de éste de querer para sí el anillo único y utilizar su poder, logra separar a la compañía.

Existe en esta historia cierta similitud con nuestra sociedad, pues poseemos un colectivo compuesto por razas mixtas y diferentes creencias, pero identificados como venezolanos en una unidad nacional, cuyos objetivos son hacer de Venezuela un país grande, próspero, donde futuras generaciones puedan coexistir en armonía. La ambición de unos pocos nos ha llevado a una ruptura como sociedad, dividiéndonos por resentimientos, prejuicios sociales y políticos que han terminado por quebrantar la paz en ésta nuestra tierra.

La comunidad del anillo se dividió, es cierto, pero sus miembros continuaron con el ideal creador de la comunidad, pues sabían que si les eran fieles a sus creencias y si confiaban en que los demás miembros lucharían hasta el fin, donde sea se encontraran, ellos podrían superar las adversidades. En verdad enfrentaron muchos obstáculos: la traición de Saruman, la lucha en contra de ejércitos de Orcos y criaturas más poderosas pero igual de oscuras los Uruk-hai que diezmaron sus fuerzas y mataron a muchos de sus aliados, pero lucharon valientemente y vencieron tanto a enemigos como a traidores.

En Venezuela muchas adversidades hemos enfrentado, a muchos hermanos hemos llorado, pero al lado del dolor reluce nuestra valentía como pueblo en la consolidación de un ideal, pues sabemos que los mentirosos, traidores del país, falsos y egoístas, solo los une la mentira como a los Orcos la sed de sangre y, al igual que éstas criaturas, desconfían de los suyos y se vigilan mutuamente pendientes de traiciones y hurgando engaños, es por esto que estamos seguros que triunfaremos si les somos fieles al mismo ideal.

Así como Bárbol ayudó a Merry y Pippin, así muchos nos ayudarán en nuestro camino por conseguir una mejor Venezuela y aunque también nuevos hombres faltos de ética aparecerán, como a Sam y Frodo se le aparece Ella la Araña, debemos obrar como ellos y enfrentarlos con espíritu de amistad, valentía y prudencia, pues es ésta la receta para que no nos separen con políticas unilaterales y nos envuelvan en engaños.

Por su naturaleza egoísta este tipo de personas son fáciles de controlar, como lo hizo Frodo con Smeagol, y de vencer pues cuando la batalla esté casi ganada huirán como huyen los Orcos y se refugiarán en las sombras. Es por esto que si comprendemos el mensaje de amistad de este libro, sabremos que para regresar a la unidad que nos ha caracterizado por largos años debemos dejar de lado nuestros individualismos y obrar en función del país. Confiemos los unos en los otros, en nuestro amor a Venezuela.

(*)Ingeniero electricista USB
Estudiante de la Maestría de Ingeniería Electrónica USB

Universalia nº 18 Oct 2002- Mar 2003