Gisela Romero*
La inspiración existe
pero tiene que encontrarte trabajando
Pablo Picasso
Como parte del programa “Conoce tus Estudios Generales” organizado por el Decanato de Estudios Generales, fui invitada a dar una charla a los estudiantes del curso de la Profesora Gioia Kinzbruner quien, a través de la modalidad de Clase Abierta me permitió conversar acerca de los alcances de las Artes Gráficas en el marco de la exposición “X Bienal de Miniaturas” instituida por el Taller de Artistas Gráficos Asociados, TAGA.
La pregunta central de la conversación fue la siguiente: ¿Cuál es el sentido de hacer gráfica hoy en día?
Tiene sentido en la medida en que las técnicas estén al servicio del arte, al servicio de la producción que se origina de la creatividad del ser humano. Las técnicas de las Artes Gráficas deben estar al servicio del artista, es decir, cualquier técnica es solo una herramienta que no se sustenta por sí misma. En lo personal, como Artista Visual, lo peor que me pueden decir sobre una estampa es ¡Qué bien está impresa esta serigrafía!, ya que el énfasis sobre la técnica se coloca por encima de lo que quise decir, lo que me haría sentir que fracasé en el intento de comunicar algo. Aunque es importante la calidad de toda obra de arte, no importa cuan bien estén hechas las estampas si su contenido no le llegó al espectador de alguna manera.
Al hacer arte se va formando un tejido donde volvemos a hacer lo que se ha hecho mil veces y a decir lo que ya se ha dicho mil veces, pero transformando la realidad en otra totalmente distinta a través de una voz individual. Para lograr esta expresión propia y la transformación de la realidad tenemos infinitas técnicas que nos ayudan a resolver el cómo vamos a abordar el hecho artístico. Ser artista está por encima de la producción de la obra de arte, primero está el “qué” y el “porqué” que el “cómo”.
Ser artista implica seguir soñando con el “debería”, insistir en la libertad individual, trabajar en los vacíos del lugar donde vivimos ya sean del orden material o espiritual, incorporar en la obra temas que pertenecen al inconsciente colectivo y que son necesarios recordar, atreverse a luchar contra la intolerancia que se tiene ante ciertas imágenes, describir el tiempo en el cual se vive y elevar el sentido estético.
Participando en el mundo del arte, en una disciplina o en otra, tenemos el deber de explorar lo existente y lo imaginario, de hacer ver que no existe la subjetividad sin la objetividad, de jugar con el tiempo y el espacio, de decir lo que creemos que debe saberse en plena y absoluta libertad para expresarnos, para construir y reconstruir, para conmover, para contar la historia de nuestro grupo cultural que es distinta a las otras historias.
El arte ha sido a veces una vía de escape para soportar momentos difíciles, también una vía para sanar el cuerpo y el espíritu, a veces un camino para crear un mundo paralelo, inventado y quizás mejor que el que nos rodea y también el arte ha sido a veces peligroso para la sociedad porque habla de verdades, nos mueve, nos hace ver de una manera distinta y nos hace cambiar. Ahora, hacer arte requiere de la misma disciplina que se requiere para desarrollar otras profesiones.
Una estudiante me preguntó acerca del proceso creativo, de cómo el artista llegaba a concluir una obra, ella quería saber qué venía primero, si lo emocional o lo racional y me acordé de la frase famosa de Pablo Picasso con la que encabezo este texto: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando ...”.
Se llega al objeto creado por varias vías y es cierto que existe eso que llamamos la “Musa”, “Numen” o “Inspiración”, pero si no estamos dispuestos a asumirnos responsablemente como artistas y dispuestos a trabajar diariamente con disciplina terminaríamos siendo pintores, escultores o artistas gráficos más no artistas. Recuerdo otra frase de Pablo Picasso que ilustra muy bien lo que quiero decir: “Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta.”
Los alcances de las Artes Gráficas son infinitos como infinitos son los alcances de cualquier disciplina del arte. Hoy en día contamos con un abanico muy amplio de técnicas a nuestro servicio. Actualmente los artistas gráficos nos paseamos por los caminos de la impresión desde lo tradicional del intaglio y la litografía hasta la imagen digital o el giclée. Pero de nada nos servirán las técnicas si no sabemos qué queremos decir o hacer sentir.
Para tomar palabras del lenguaje de las Artes Gráficas quisiera terminar diciendo que somos nuestras propia matriz y que depende de cada quien dejar o no dejar una huella en el camino que nos ha tocado recorrer.
Noviembre, 2003
(*) Artista.
Universalia nº 20 Sep-Dic 2003