Tiempo
No digas nada, pequeño silencio
has preferido nacer en estas horas calladas,
yo abrazo tus secretos y me doblego a lo incierto.
De esperar, he esperado cosechas sin aliento.
De creer, ya no creo en el tiempo.
Todo ocurre, mil veces diferentes.
Afuera llegan los sonidos de lo eterno
y dentro la vida germina, con la esperanza de terminar este momento.
Ahogando lo invisible, rasgando un desgastado motivo,
las vendas de la mente cierran las puertas de lo que pudo ser.
Dolor puntual y correcto,
estarás aquí, esta vez abrigado de olvido,
sin nada más que un recuerdo,
sin otra cosa mas que mi adiós.
Astrid D. Salazar Siry
Estudiante de Ingeniería de Computación
Universalia nº 21 Ene-Abr 2004