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La leyenda negra y la conquista de América

Por Br. José M. Beson(*)

Aunque el término Leyenda Negra nació en 1914 con el libro de Julián Juderías: “La Leyenda Negra y la Verdad Histórica”, éste comenzó a convertirse en una herramienta de propaganda antiespañola desde finales del Siglo XVI con la finalidad de desprestigiar la actuación política de los reyes españoles justamente en la época durante la cual España era una de las mayores potencias mundiales. Este fenómeno propagandístico histórico, cuyo contenido estuvo cargado en su gran mayoría de falacias y sofismos, fue una reacción al poder imperial español por la amenaza que representaba para las demás naciones europeas, sobre todo para Gran Bretaña, los Países Bajos y Francia, entre otros; quienes se apoyaron en primer lugar, en sus pensamientos calvinistas  y en segundo lugar, en el hábil uso de la imprenta, que fue una novedosa y gran arma en la creación de un imaginario colectivo de la sociedad de aquella época.

La Leyenda Negra tiene varios capítulos. Se puede hablar de una leyenda negra en Italia. Otra rama tiene su raíz en los Países Bajos, donde los patriotas holandeses publicaron todo tipo de panfletos, con el fin de desprestigiar a los que consideraban invasores, desde Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba, hasta los monarcas españoles. La Inquisición se convirtió en un filón inagotable a la hora de difundir propaganda anti hispánica. Otro foco importante fue Inglaterra, donde Isabel I, apoyaba constantemente todo lo que podía debilitar a su gran enemiga España. Francia, su rival durante siglos, fue otro patrocinante de la Leyenda Negra cuando entre otras obras publicó “Antiespañol”, en donde se trataba muy mal a todo lo hispano.

Ahora bien, el gran pilar fundamental de la Leyenda Negra se encuentra en lo relativo a la interpretación de la conquista de América, sobre todo en los textos del fraile dominico Bartolomé de Las Casas. Su obra “Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias”, publicada en 1552, llena de apasionamiento y exageraciones, iba a servir en bandeja todo lo que necesitaban los cultivadores de dicho mito. Resulta significativo que esta obra cuando se reimprimió en los Países Bajos en 1620, se hizo con el siguiente titulo: “Espejo de la tiranía española en que se trata de los  actos sangrientos, escandalosos y horribles que han cometido los españoles en las Indias”. Lo cierto es que con la publicación por primera vez de su obra en Sevilla en 1542 (dada a conocer al emperador Carlos V diez años antes), la intención de este fraile dominico era denunciar las manifestaciones  de violencia y despojo a que eran sometidos los pobladores originales de América; el uso y el abuso por los españoles de la encomienda, institución en la cual Bartolomé de Las Casas no ve sino una auténtica esclavitud de la población sometida. Esta obra cargada en algunos casos de datos poco creíbles le permitió obtener la firma regia de las Leyes Nuevas, que trataron de reducir la explotación de los indígenas por los conquistadores  y colonos. Que en la práctica no se hayan cumplido estas normas jurídicas,  es otra cosa, pero lo importante es que se llevó a cabo una autocrítica española ante estos hechos y que lejos de propiciar la trata de negros, como lo afirma,  entre otras cosas, la Leyenda Negra, buscaba la defensa y conservación de los indígenas. Unido a ello, es importante resaltar la actuación de Francisco de Vitoria en Salamanca, quien elevó esta crítica a un alto nivel intelectual, sentando las bases del Derecho Internacional con sus “Relecciones”,  acerca de la problemática india, con las cuales lo que se perseguía era debatir las injusticias de la conquista y poner sobre el tapete el respeto por estos seres humanos. Los españoles constituyen, pues, el primer pueblo de la historia que se hace las grandes preguntas sobre los derechos de las personas.

Además, la mayoría de los frailes que se dedicaron a predicar el evangelio trataron de aprender las lenguas indígenas, reforzaron, sistematizaron y extendieron el estudio de las lenguas indígenas como una forma de conservar estas culturas; en cuanto al estudio de la historia anterior a la conquista, los textos que hay se deben a los españoles y el caso probable cimero es el de Fray Bernardino de Sahagún con la historia de México. También vale la pena indicar, que los españoles no tuvieron reparo en mezclarse con los indígenas, dando origen a una nueva raza, al mestizaje característico de los pueblos latinoamericanos.

Todo lo anterior, señala algunos hechos que buscan derribar ciertas afirmaciones  que alimentan a la Leyenda Negra en la conquista de América. Por lo mismo hay que distinguir las desapariciones culturales producto de exterminios (lo que sí ocurrió en la conquista anglosajona) de las que son consecuencias del mestizaje (situación que corresponde al proceso español). Los protestantes, precisamente por su teoría calvinista de la predestinación (Destino Manifiesto), consideraban que los indios no podían salvarse. En el norte no hubo, salvo escasamente, mestizaje ni evangelización. Los colonos protestantes consideraban a los indígenas: criaturas inferiores, animales, seres impuros, y por lo tanto, no podían ser bautizados. Eran vistos como unos pecadores que no habían sabido rentabilizar las tierras y talentos que Dios les había dado y que el creador, triste por tanta ingratitud, había decidido readjudicarlas a sus fieles hijos anglosajones.

Al analizar objetivamente la historia se puede encontrar que todas las conquistas fueron crueles, sanguinarias e injustas; incluyendo las emprendidas por los mismos pueblos precolombinos. No hay que juzgar esas actuaciones ya que se trata de contextos temporales y culturales diferentes a los actuales, sino tratar de comprenderlas. Sin embargo, esta Leyenda Negra solo resalta los aspectos negativos de la conquista española (o medias verdades) y nada dice de las atrocidades de la conquista anglosajona, que no sólo incurrió en hechos tan graves como la española, sino que tuvo un elemento adicional: el racismo. Si bien es cierto que no todo fue color de rosas (o una leyenda blanca), tampoco fue del todo negra.

Br. José M. Beson
Trabajo presentado en el curso CSX-235 “La religión en el proceso histórico de América Latina”
Dictado por el Prof. Rodrigo Conde, del Dpto. de Ciencias Sociales
jose-beson@yahoo.es

 

(*)Estudiante del Ciclo Básico

 

 

Universalia nº 27 Abril-Julio 2008