Por Gilberto Hernández(*)
Estimado San Nicolás/ Santa Clós o Niño Jesús
Les escribo sin saber a ciencia cierta si son tres distintos personajes, o uno sólo que se hace llamar por muchos nombres, o si entre los tres forman una unidad muy al estilo de la Santísima Trinidad que tantas horas ha intentado explicarme la Iglesia sin lograr por ahora darle un poco de sentido a la cosa. De todas formas, para asegurarme de no dejar por fuera a ninguno he preferido dirigir esta importante carta a todos.
Como evidentemente saben por allá, el mes de noviembre está por llegar e imagino que esa es la época del año con mayor actividad en el Polo Norte mientras realizan los arreglos necesarios para cumplir con su archiconocida fecha de entrega. Suponiendo que probablemente se encuentren cortos de personal para entonces, o al menos en la necesidad de contratar uno que otro pasante (por darle un nombre), les ofrezco por medio de la presente mis servicios como elfo.
Primero, les quisiera explicar las razones por las que he tomado la decisión de aplicar a una posición tan inusual: soy licenciado en una de las tres ciencias básicas más temidas durante la época de estudio diversificado (para mayor información al respecto revisar el curriculum vitae anexo a esta carta), de haber sabido cómo era la vida de un profesional en ciencias hubiese sido más sensato durante el bachillerato y hubiese desarrollado hacia ellas la misma fobia que salvó de ese horrible destino a tantos de mis compañeros. Resulta ser que en mi país ser un profesional en mi área es tan útil como un bolsillo de chaqueta ubicado en la mitad de la espalda, y de hecho para emigrar y solicitar la visa a otros países que te ofrecen trabajos por sistemas de puntos, estoy calificado por debajo de un jardinero o de un peluquero. Pero como no suelo sentir sensibilidad alguna ante la presencia de un jardín florido, ni me llama la atención afeitarme el pecho para usar camisas escotadas hasta el ombligo, me vi obligado a tomar la triste decisión de abandonar ambas posibilidades de carrera.
Mucho me temo que para obtener un puesto en su organización tampoco sea mi profesión una de las primeras escogencias, pero les pido que consideren el esfuerzo que significó para mí sacar adelante la carrera y confío en que me den la oportunidad de demostrarles que soy el hombre indicado para el trabajo, asumiendo, claro, que tengan posiciones de empleo disponibles.
Mi motivación principal para aplicar en su organización es mi amor incondicional a los juegos y los juguetes, aún a mi edad (dato que aparece en el curriculum vitae anexado) ante la presencia de un juguete me vuelvo a sentir un niño, mi madre y varias de mis amistades cercanas me califican injustamente de inmaduro en dichas ocasiones, pero yo les contesto con toda la sensatez del caso que más bien es todo lo contrario, argumentando que mi posición ante el juego y los juguetes no es otra cosa que un signo inequívoco de madurez, siguiendo la misma lógica que se emplea cuando uno escucha “estoy tan seguro de mi sexualidad que puedo decirte que, sí, me parece que Tom Cruise está bueno”, aunque claro, de quien escuché dicha frase estaba seguro de su sexualidad, el problema es que su sexualidad lo llevaba a gustar de Tom Cruise.
Además, y a pesar de que vivo en un país de clima tropical, me encuentro a mis anchas en climas fríos, con eso de la nieve y los dedos entumecidos, por lo que la perspectiva de mudarme hacia el Polo Norte por razones de trabajo no deja de ser excitante para mí.
Entre las cualidades con las que cuento como profesional y que pretendo poner a su servicio (de nuevo, todas ellas aparecen en mi curriculum vitae) se encuentra el dominio de los idiomas español e inglés, aparte de medio machucar el francés, machucar es un término muy de mi tierra que quiere decir “hacerlo mal pero hacerlo” o algo parecido a eso, por lo que considero que podría serles de alguna utilidad en el Departamento de Traducción de las cartas que les envían año tras año los infantes del mundo esperando que sus sueños navideños se hagan realidad. Por otra parte, el dominio de varios idiomas sirve como garantía para ustedes de que en poco tiempo me estaría comunicando con los demás elfos en su propio idioma, minimizando así cualquier confusión posible con mis futuros compañeros de trabajo.
Otra razón por la que me considero apto para su organización es mi rápida adaptación a distintos grupos y culturas, siendo prácticamente un camaleón de la convivencia humana. Comprendo que puede representar para ustedes una preocupación tanto mi estatura sin duda mayor que la de un elfo promedio al igual que la presencia de vello facial y corporal, característica atípica en un elfo. Pero les puedo asegurar por escrito que no representaría problema alguno en mi caso y en caso de ser necesario pudiera aceptar un período de prueba o de adaptación remunerado, mientras ustedes mismos observan mi desarrollo y mi rápida adaptación al mundo élfico. Al igual que si se da el caso de que existan en su organización códigos sobre la presencia de vello corporal en sus empleados gustosamente las aceptaré. En cuanto a la cultura élfica, por lo que he visto en varias películas y leído en uno que otro libro sobre el tema, no creo que exista mayor problema para adaptarme. Primero, los elfos son seres que poseen una gran cantidad de años de vida, lo que debe seguramente traducirse en personalidades tranquilas y responsables, que son precisamente el tipo de gente con quien mejores relaciones suelo tener, además vale la pena hacer notar que siempre he sido sumamente respetuoso hacia mis mayores y dudo encontrarme con un elfo de menor edad a la mía en su organización. El único problema posible, debo admitirlo, es la creencia que se tiene de que los elfos son dados a pasarse el día cantando, lo que podría causarme cierta incomodidad puesto que no soy muy aficionado al canto ajeno, ni considero que mi voz se preste para cantar.
Finalmente, quisiera reiterar mi intención de trabajar con ustedes y asegurarles que pueden depositar en mi persona plena confianza puesto que me considero un ejemplo de trabajo y responsabilidad.
Atentamente
Gilvin
Departamento de reclutamiento del Polo Norte
Estimado Sr(a) Gilvin.
Después de haber estudiado su aplicación lamentamos informarle que su profesión no califica para un empleo en nuestra empresa. De igual manera queremos agradecerle su interés en nosotros.
P.D. A nivel personal si conoce a alguno de los jardineros o peluqueros de los que hablaba, por favor remítalos a nosotros puesto que tenemos varias vacantes para dichos cargos.
(*)Licenciado en Química USB año 2005
Universalia nº 27 Abril-Julio 2008