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Revoluciona tiempo

Por Br. Evelio Gil, estudiante de Ingeniería Mecánica.

Revoluciona tiempo

I

Desapareces
ante miles de rostros
sólo uno a la vez.

Apareces
entre cuadros infinitos
te reconozco.

Señor de dos rosas
una melodía
tus anteojos
la ausencia de motivo
en tu mirada.

Tu caminar nubla mi mente
nubla mi alma tu descuido
encorvado deambulas
resignado me señalas.

Al tanto de todo ensordeces
exento al tiempo te ajustas.

Revolucionas mi existencia con  tu paso
ajeno a mi atención te acicalas
observas el mierdero
te resignas.
                                              
Invencible
sin atención nos observas.
                                   
Palpita señor
descansa inmóvil.

Víctima de tu negligencia
de tu desidia.

De la vida en la calle
entre suciedad y harapos
en los cerros
donde el tiempo no pasa
donde los cañones hablan
matan.

Acompaña mi camino señor
se víctima junto a mí
en el espacio donde existes
en el espacio que pretendes dividir.

II

Marchitas
sin vida
sin amor
sin compasión.

Duras como la verdad
mi verdad.

Las rosas reposan en su cabeza
su olor enrarecido
de anteayer
las define.

De relato europeo son las rosas
de lugar romántico y solitario
de plaza bizantina y campanarios
de posarse sobre las orejas del señor que me acosa sin palabras.

Rosas brillantes y espinosas
de labios rojos terciopelo
fieles al señor en sus aventuras inmortales.

Desgraciadas
despiadadas
insanas
despiadadas sin más.
           
Sin compasión alguna me delatan
carentes de emoción murmullan
           
Mi vida
la de todos.

Escudadas en la cien de nuestro señor
hacen caso omiso
ensordecen.

Analiza señor
esa melodía de hace mil años,
los murmullos de hace mil años,
esos labios agraciados de los que parecen miles de años.

Monstruos escarlata
de cegadas intenciones
coqueteen entre sí
palpiten
desaten la tormenta.

Solo sin sentido
en la tormenta repentina
en la miseria
como el señor que no habla
ríe.

Revoluciona.

III

En el intermedio nada actúa
tu señor sólo observas
flotas esperando el destino
otro viejo impuntual y déspota.

En el intermedio todos pueden vivir para siempre
el sol no transita
la noche nunca llega
y por ese mínimo instante
los años nunca pasan.

En el intermedio nadie tiene respuestas
las personas simplemente ansiosas
lagunizan sus emociones
dejan de ser humanos.

Puedo morir aquí
victorioso tomarás mi vida
pero no ahora viejo
marchitarán las rosas antes de que mi vida arrebates.

IV

Misterioso sobrepasas
todo límite conocido.

Incógnito en la penumbra
poderoso en tus designios
víctima al tiempo de nuestro olvido

Señor no lo hagas inevitable
da la vuelta y márchate
la vida aún es muy larga para mí.

Tranquilo tiempo
no encontraras al mismo muchacho que pretende ser incomprendido
o al mismo psicoanalista jubilado
ya muerto.

Sin tu piedad
mucho menos casado y con hijos
desaparece viejo de dos rosas en la cabeza
desaparece beso.

 

 

Universalia nº 28