Posiblemente la referencia más obvia a la denominación 007 sea el reconocido código del agente James Bond, personaje que desde su aparición por virtud de la pluma de Ian Fleming a mediados del siglo veinte ha recorrido libros de otros novelistas, comics, juegos de video, atracciones en parques temáticos y largometrajes con rostros tan diversos como los de Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Thimoty Dalton, Pierce Brosnan y el actual Daniel Craig. Un universo de intriga, espionaje y glamour que la simple referencia “cero cero siete” evoca para generaciones.
Sin embargo, otro cero-cero-siete trazó sus caminos en la ficción ya en el siglo diecinueve: un cuento de Rudyard Kipling (el autor de El libro de las tierras vírgenes, cuya referencia más cercana encontrarán sin duda las generaciones más jóvenes en las películas animadas El libro de la selva, de Disney), llamado “ .007: historia de una locomotora americana”, en el cual una joven locomotora identificada con el número .007 recibe el reconocimiento de la locomotora de mayor jerarquía por un acto heroico en el cual remolca un tren descarrilado en un accidente. Esta visión altruista del mundo de las máquinas y la ingeniería significaría para Kipling críticas diversas en todos los sentidos. No pretendemos aquí tomar partido por unas o por otras. Simplemente aludimos a la identidad del personaje: una joven máquina en un mundo de máquinas humanizadas, que no por ser una obra de ingeniería deja de experimentar los sucesos de su entorno de manera sensible y de actuar, con valor y con valores, para hacer algo por otros. Era, además, la locomotora joven, nueva, recién llegada, que aún no contaba con un lugar en el mundo de las locomotoras.
Hoy ingresan a la Universidad Simón Bolívar otros cero cero siete. Los cero siete, dos mil siete, la nueva cohorte. Universalia los recibe con la muestra del trabajo y la creación de otros estudiantes que, como ellos, una vez fueron “los nuevos”, y espera convertirse en una compañera más en lo que será su vida en la USB. En las ficciones del espionaje y el servicio secreto el 007 fue un legado cultural del siglo XX; la locomotora de Kipling sería una metáfora de la posible relación del hombre con la tecnología a finales del siglo XIX; hoy, nuestros 007 se suman a la población universitaria del siglo XXI, en una institución cuyos valores humanos y de pertinencia social hacen de la formación integral un norte que pretendemos alcanzar juntos. Esperamos que tengan la tenacidad, la precisión y la capacidad de resolver problemas de un agente secreto, o la valentía, el empuje y la fortaleza de una locomotora heroica. Esperamos que en ustedes la formación profesional sea una con el crecimiento humano en la responsabilidad, la honestidad, el respeto, la solidaridad y la búsqueda de la excelencia, y que en este nuevo año académico se integren a una comunidad que los recibe con los brazos abiertos. Esperamos que esta universidad se convierta, en el mejor de los sentidos, en su casa. Que en ella estudien, maduren, se enamoren, se diviertan, compartan, se gradúen, y que se lleven impresa en el corazón y en la memoria la “cebolla” uesebista desde el primer día. Y les deseamos el mayor de los éxitos. A todos, estudiantes, profesores, trabajadores, en el inicio de este año académico 2007-2008. Pero, sobre todo, y muy especialmente, dedicamos nuestros buenos deseos y nuestra calurosa bienvenida a ustedes, nuestros (cero) cero siete.
El Decanato de Estudios Generales