Este texto debería llamarse “despedida sin despedida”. Después de cuatro años en el Decanato de Estudios Generales, o más bien cinco, si tomo en cuenta el tiempo transcurrido desde mi ingreso como Coordinadora del Ciclo Profesional, en el momento de pasar la antorcha a otras manos uno se debate entre la nostalgia de lo que se convirtió en un hogar y entre el agradecimiento por la liberación y la recuperación del propio tiempo personal y profesional, que sin duda llegó a diluirse entre los compromisos, comisiones, consejos, discusiones, mortificaciones y gratificaciones que estas responsabilidades traen consigo.
Despedida sin despedidaporque sé que, aun cuando existen y existirán más programas para los cuales los servicios de mi departamento de adscripción son y serán requeridos, los vínculos del mismo con los programas del Decanato de Estudios Generales son permanentes, y por eso soy, sigo y seguiré siendo parte de ello.
¿El objetivo de estas líneas? Quizás hay más de uno. Por un lado, agradecer a todos aquellos que me acompañaron en esta aventura, algunos ya incoporados a otras tareas en la institución, otros todavía “al pie del cañón” en las dependencias del decanato. Sólo gracias a ustedes fue posible, y además, grato, mantener la nave a flote e irla llevando, poco a poco, a los puertos de los distintos programas y proyectos que ofrecemos a la Universidad y a los estudiantes. O al menos cuidar la brújula para quienes, en el futuro, se embarquen en el camino.
Por otro, reflexionar en voz –o en letra- alta sobre el rol que el Decanato y sus Coordinaciones juegan en la consolidación de la formación que ofrece la Universidad Simón Bolívar a quienes pasan por sus aulas. Sobre la importancia de los Ciclos Básicos en ese “cambio de vida”, de lenguaje y de ritmo que representa para los nuevos estudiantes el ingreso a la universidad, y sobre la concepción de los Estudios Generales en la visión de un profesional integral e íntegro, delineado en la ética, el respeto y el amor al conocimiento en cualquiera de sus formas, y en la tolerancia hacia diversos quehaceres, saberes, seres y pensares. Ambos programas se articulan con la formación profesional y la formación complementaria en ese sueño uesebista que hemos visto hecho realidad en un historial de egresados que nos enorgullece y nos renueva la razón de ser, esa que hace bulla en los pasillos, que se apiña en los comedores, que pasa frío en la biblioteca, que se desahoga en las canchas, que se agrupa para construir nuevos proyectos, que imagina el día en que la corbata o los tacones harán juego con la toga para recibir el título. Esa razón que es múltiple, diversa y única, y que, como su naturaleza lo exige lleva su nombre en plural: los estudiantes.
Más de uno de nuestros estudiantes se preguntará el porqué del primer año. Más de dos verán trimestralmente la oferta de estudios generales y pensarán que su Universidad, esa con la que tanto soñaron cuando aún no recibían el título de bachiller, les exige “cosas raras”. Pero quizás por programas como éstos, en concierto con muchas otras cosas, es precisamente que la USB es lo que es y se convirtió en objeto de sus sueños.
La antorcha de esta tarea sigue y seguirá escribiendo su historia en manos del porvenir y de otros colegas que aceptan el reto de incorporarse a este proyecto cotidiano. Y por eso quisiera sumarme a quienes, en el decanato, reciben hoy con los brazos abiertos al nuevo Decano, el profesor Rafael Escalona. Abrazo de felicitación y de buenos augurios de alguien que le cede con gusto el paso, y que en cierto modo tiene idea de todo lo que le espera … y que tiene, también, la certeza de que dará los pasos necesarios en la dirección que hará del Decanato de Estudios Generales un espacio cada vez más sólido, más uesebista, más dedicado a formar, a crecer y a hacer crecer. No es poca cosa. Pero cuenta con un equipo del que me llevo el mejor de los recuerdos, con el respaldo de la institución y la comunidad, y con su propia capacidad de trabajo, su seriedad y su sensibilidad, que me constan. Y cuenta, sobre todo, con quienes comprendemos y seguimos aprendiendo, día a día, por qué, para qué y para quién existe el Decanato de Estudios Generales.
Lourdes C. Sifontes Greco, Decana de Estudios Generales (enero 2004-marzo2008)