Andrea Sucre González
Ingeniería Electrónica
No los pierdas
Corriendo por las mareas de una historia,
no sueles darte cuenta.
Dejándolo debajo, en el fondo de la caja de recuerdos.
Lo abandonamos y olvidamos.
Y entonces, pensamos en rendirnos
con la cabeza mirando la aspereza de las piedras
en vez de mirar el tejado de las nubes.
Comprendemos que debemos detenernos,
y viendo la fotografía de los hechos
nos damos cuenta:
No se ha perdido.
La inocencia de un pensamiento,
que se volvió un sueño
y con ello ocurrió la metamorfosis de la esperanza.
¿Para qué he de correr? ¿De qué he de huir?
El sueño de la niñez regresó.
Con ello, sin temores continuaré.
Puesto que ya no existe
la barrera que me impedía respirar.
Abandona el sueño soñador
Escuchando el eco de mi voz me encuentro sollozante.
Temblando en mis sábanas abandonadas sólo encuentro las pesadillas
como los fantasmas de mi noche.
Sofocada por mis constantes inconscientes.
Gritando sin voz, nadie escucha.
Sumisión de mis ideas,
pasión del sueño inalcanzable.
Locura del tormentoso corazón,
que cada vez se achica más y me vuelve más frío.
El tiempo es lo que transcurre sin poder aclamarlo.
Tiempo al que deseo manipular,
con la esperanza de encontrar un mejor porvenir.
“¡Jamás lo lograré!” me repito.
No existe lógica razón para el existir de un alma desgarrada por las arpías de la vida.
Garras poderosas, háganme sangrar.
Miradas espantosas, llévense mi sentir.
“¡Ya no lo deseo más!”
La esperanza es algo tan difícil de arrancar.
Más no puedo respirar,
No puedo ni caminar.
Viviendo de las arenas de los sueños,
aspirando que alguna vez se cumpla el que me pueda liberar.
“¡Libre de mi prisión!” deseo ardientemente.
La llave que la abre lejos está
y con ella la esperanza se me va.
Acércate para alejarte un poco más.
Pruébame para quebrarme mi voluntad.
Puerta que no abrirá, te lo pido
déjame respirar del aire que me prohíbes como mi aliento final.
Así como un veneno exótico que al alcanzarlo me matará.
“¡Por favor, déjame morir siendo real!”
Que mis pensamientos y sentimientos se conviertan en una realidad.
Cruel eres, pues no cumpliste
Y triste me fui, sin poder aclamar a lo que siempre pude amar.
Sin poder predicar la pureza de mi verdad.
Infame, devoraste mis fuerzas y disfrutas en mi luto,
pero tuya la culpa no fue.
De la llave siempre dispuse, pero no pude verla a través del sueño
velo que me devastó sin prisa y con afán.
¡Yo fui la infame y cruel!
Soñador en soledad,
tan duro se me hizo afrontar lo que me tocaba batallar.
Ello se llevó la llave y la puerta;
y me consumió en el amargo final de vivir sin respirar.
Me rindo ante el demonio
Un grito que me despoja de la razón
y me arroja al abismo de la indiferencia.
Buscando entre los escombros de mi mente, y no encuentro nada.
Por eso extiendo los brazos
en busca de alguien que me aleje de la prisión.
De pie con la mente en blanco,
con el peso del pasado que no me deja olvidar
porque henos aquí
sin lugar a donde esconderse
por mis cándidas motivaciones
por mis acciones sin rumbo.
¿Pagando la factura por lo que podría haber hecho?
Ya no queda nada más por lo que pagar
y no podré crear nuevas deudas.
Sin embargo, a mi mente ya no le importa.
Dejando que corten el susurro de mi voz,
que me sangren la punta de los dedos
hasta negarme a opinar.
Acomodando las mareas de mi mente
para hacerlas rendirse ante la de otros.
Y me doy cuenta que sólo soy uno más.
Uno sin dotes ni virtudes,
sin la capacidad de oponerme a la manada.
He aquí cuando dejé de luchar,
he aquí donde entregué mi alma
al demonio de la ignorancia.
No querer tomar las riendas de mis pensamientos
preferí dejarlos galopar al ritmo del jinete
que guie él el camino que no opondremos resistencia.
La esclavitud propuesta por mí misma
porque no hay peor que el conformista,
no hay peor que nosotros mismos.
Una vez más lo intentaré
Un suave aroma entra
y un agradable sueño retorna.
Retorna, retorno
retorno del remolino de falsos placeres,
del paraíso sin maravillas,
del universo sin versos.
Cuando estaba perdida y asustada
habían sueños convertidos en carnívoros.
Trituraban el rincón de las ideas,
se llenaban del río de mis sesos,
despellejaban a la esperanza.
Y entonces recordaba
del cuadro que el recuerdo pintaba
que cuando niña era
observé cuan alto el era tope de la montaña,
corrí despavorida cuesta abajo.
Resbalé en el arroyo de mis prejuicios,
me ahogué con su veneno.
Viví con vergüenza
y el constante ajetreo de saborear el fracaso.
Cantaba melodías
cuyas estrofas eran reproches
y sus tonos eran sollozos silenciosos.
Y la arena del reloj que seguía corriendo
pareció quedarse estancada nuevamente
Quizás, puede que por una ilusión
se regresaba cada grano bailando en el aire
tentando al tiempo
hasta que se detuvo por completo.
Viajé a una época
un periodo no tan lejano
cuando los sueños aún estaban vivos
cuando la esperanza aún estaba intacta.
Sentí como la sangre hervía
como aquel revoloteo se desencadenaba
los labios secos
la mirada infinita
los dedos se deslizaban entre las palabras
que se desnudaban ante mí.
Y, tan pronto pude saborearlo
el tiempo se revirtió
fue tres veces más rápido que el usual.
Traté de tomar cuantas sensaciones…
sensaciones de mi vida fuese posible.
Los olores de los colores
Los sabores de los sonidos
Los tonos de las emociones
Las palabras jugaban con mi boca…
…con mis manos
invitándome a crear.
Sentí que me golpeé contra una pared
mi mente se paralizó
pero mi cuerpo seguía sintiendo
Y entonces sólo pinté con la tinta y el papel
pinté con las palabras
lo que él quería decirme.
quizás sin realmente comprender
quizás sin realmente…
…darme cuenta.
Y cuenta me di…
…quizás entonces
Comprendí.
…
El sueño había renacido.
Ya no carcomía la llama de mis ideas
ahora me enfurecía el cuerpo
y me arrollaba la mente
de deseo puro
de amor intocable
de exaltación fulminante.
Hormigueo en la punta de mis dedos
ansiando tocar el piano de las letras
cada estrofa pronunciaba la alegría
cada oración la visión
cada palabra la esperanza
para entonces
convertirse en el alimento
en el agua
en el aire
dando fuerzas a este frágil cuerpo para seguir
dando colores, olores, sabores, sensación
y sobretodo sentimiento
a mi pulso.
Reviviéndome
Devolviéndome el gozo.
Una vez más lo intentaré
Una vez más me entregaré a la locura
Una vez más seré esclava
seré amante
compañera
y aprendiz
de la sensación
de aquella que está plasmada,
extraída de la tinta del vivir.
Porque hace tiempo que fui encadenada a ti
y ahora decido tirar la llave que me libera
porque no deseo soltarte ni que tú me sueltes.
¡Oh, hermoso deseo!
Te has convertido en tantas cosas,
en tantas musas,
por lo que te ruego
Espárcete por el mundo de mi sangre
y hazte vital.
Aunque creo que rogarte no es necesario
porque tú, mi sueño
tú y yo somos uno,
porque ya sé que significa fracasar,
pero no hay fracaso para aquel
que tan sólo desea
plasmar en el blanco y negro
aquellas prosas de su pasión.
Porque para mí y para ti sólo existe
el momento cálido en que se siente
entre letra y letra
el sentimiento de satisfacción
que se pronuncia en el alma
cuando después de ser uno sólo
al despertar a cada minuto
te encuentras reposando
entre la tregua del corazón, cuerpo y mente.