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EDITORIAL : Conociendo a los compositores

Profa. Adlin de Jesús Prieto Rodríguez

Universidad Simón Bolívar

Dpto. de Lengua y Literatura

 

            Los textos que integran esta edición de Universalia son unos muy especiales porque reflejan el espíritu de cada uno de los nueve compositores venezolanos que fueron entrevistados por el Prof. Emilio Mendoza en el marco del curso de Estudios Generales “El arte musical en Venezuela: encuentro con los compositores” (CSX-625). Estas conversaciones dan cuenta de la sostenida y fértil actividad creadora de cada uno, así como de los escollos que deben salvarse para realizarla.

            Estos compositores son Ana Mercedes Azuaje de Rugeles (1914), Inocente Carreño (1919), Juan Carlos Núñez (1947), Federico Ruiz (1948), Alfredo Rugeles (1949), Emilio Mendoza (1953), Diego Silva (1954), Ricardo Teruel (1956) y Diana Arismendi (1962). Los dos primeros forman parte del nacionalismo musical venezolano y han dejado huella en varias generaciones de músicos y compositores, los otros siete ―formados algunos por aquellos―  se han dedicado a proponer nuevos lenguajes, temporalidades otras,  incorporar lo lúdico al hecho estético, a repensar el proceso creativo y la concepción de la música en sí.  

            Sus palabras compartidas nos permiten acceder a una experiencia y a un conocimiento de primera mano sobre la música en Venezuela y, especialmente, sobre el oficio de la composición. Para registrarlas, se utilizó la entrevista a profundidad ―la cual fue grabada en todos los casos―, las preguntas que guiaron la conversación se forjaron en torno a diez áreas de interés: inicios musicales, formación académica, tipo de música que compone, modo de hacerlo, composiciones destacadas y laureadas, recepción y circulación de la obra dentro del circuito de la cultura, vinculación con la música popular, modus vivendi, apoyos recibidos y recomendaciones a los compositores emergentes.  Realizadas las entrevistas, se procedió a la transcripción de las mismas y, posteriormente, a su reescritura siguiendo el enfoque del discurso testimonial, de raigambre documental y etnográfica, que se erige en registro de un aspecto de la realidad gracias al acceso de la información desde una fuente directa (Sklodowska, 1992: 56)[1].

            En este sentido, se creó una imagen narrativizada de lo relatado, dándole preponderancia a la voz enunciadora y suprimiendo la del entrevistador.  Para ello, se empleó la escritura de edición con el fin de presentar la experiencia de estos protagonistas que desde la primera persona narran una parte significativa de su vida y facilitar la lectura de la misma a un público no especializado, a través de los paratextos.

            Los invito a escuchar estas voces…

 



[1]Sklodowska, Elzbieta (1992). Testimonio hispanoamericano. Historia, teoría, poética. New York: Peter Lang Publishing.

Para más detalles sobre el enfoque testimonial, se sugiere ver: Rodríguez-Luis, Julio (1997). El enfoque documental en la narrativa hispanoamericana. Estudio taxonómico. México: FCE.