Br. Martha Moniz estudiante de Ingeniería de Computación
Trabajo presentado en el curso CSX-628 Beatles en Psicodelia, dictado por el Prof. Emilio Mendoza
Contracultura
En sociología, contracultura es un término utilizado para describir un grupo cultural cuyos valores y normas son contrarios a los de la corriente social principal, un equivalente cultural a la oposición política. En la práctica, el término se volvió prominente en la prensa general y fue usado para referirse a la rebelión juvenil que barrió a las sociedades occidentales en los años 60 y principios de los 70. El término fue empleado por primera vez por Theodore Roszak, autor del libro The Making of a Counter Culture (La Construcción de una Contra Cultura), en el año 1969. [1]
Otro término directamente asociado con este concepto es el de brecha generacional, el cual también fue popularizado durante la década de los 60 para referirse a las diferencias entre la gente de generaciones más jóvenes y sus superiores, especialmente entre los padres y sus hijos. Dichas diferencias se atribuyen a los cambios culturales muy rápidos del período posmoderno, y fue reflejado en canciones como “My Generation” de The Who y “The Times They Are-a-Changin’” de Bob Dylan. El fenómeno comenzó por primera vez en los años 50 desde la transformación del sistema de citas (los matrimonios jóvenes se volvieron la norma, versus la política de ir a citas y evaluar a las parejas de los años anteriores) hasta el uso de cuero negro siguiendo el estilo de Marlon Brando. [2]
El nuevo medio televisivo se volvió más popular y empezó a retratar a los adolescentes como delincuentes juveniles y, sumándole a eso el boom del rock n’ roll, se enfatizaron profundamente las diferencias entre padres e hijos. Incluso el director del FBI, J. Edgar Hoover, llamó a la nueva música una “influencia corruptora”. Los padres veían a sus hijos como unos rebeldes. Una vez que se desarrolló la contracultura, la guerra pasaría a ser entre los universitarios y los líderes de las instituciones públicas.
La contracultura fue una reacción en contra de las costumbres sociales conservadoras de los años 50, el conservatismo político (y represión social percibida) del período de la Guerra Fría, y la intervención militar norteamericana en Vietnam. La oposición a la guerra fue exacerbada en Estados Unidos por el reclutamiento militar compulsivo. La rebelión juvenil de los 60 se originó en gran parte en los campus universitarios a partir del movimiento estadounidense por los Derechos Civiles.
Hoy en día, la palabra contracultura se utiliza para describir el movimiento en una dirección que no es la norma social aceptada, especialmente en los medios. Sin embargo, es fácil ver cÓmo los movimientos de contracultura rápidamente se vuelven foco de campañas comerciales y las ideas que una vez fueron tabú se vuelven modas (como el uso de las camisas rosadas por parte de los hombres, por ejemplo).
Preámbulo: La década de 1950
La década de los 50 giró en torno a la recuperación de la Segunda Guerra Mundial, la cual habría impactado emocional y económicamente a todas las naciones involucradas. En la medida en que fue mejorando la situación, especialmente a nivel económico, aumentaron considerablemente las innovaciones tecnológicas en sitios como Estados Unidos y la Unión Soviética, los cuales SE embarcaron en los inicios de la carrera espacial a raíz del lanzamiento del Sputnik I, primer satélite artificial en orbitar la Tierra.
Se desató un gran conflicto entre el comunismo y el capitalismo, cuyo mejor reflejo fue la Guerra de Korea. Uniendo a esto la permanente amenaza del uso de armas nucleares, se generó un clima político altamente conservador en países como Estados Unidos. Ocurrió la Revolución Cubana, constituyendo así el primer gobierno comunista en el hemisferio occidental. La Unión Soviética continuó con su dominio sobre Europa, y en Venezuela nace la democracia en 1958 al destituirSE al dictador Marcos Pérez Jiménez tras un golpe de Estado.
La música vivió uno de sus períodos más importantes. Los arTistas más conocidos de la época eran Frank Sinatra, Doris Day, Nat King Cole, entre otros, tocando ritmos como el swing y la música pop tradicional. Pero la popularidad de estos géneros declinó velozmente al aparecer en escena el rock n’ roll a mitad de los años 50, de la mano de grandes artistas como Chuck Berry, Fats Domino, Little Richard, James Brown y Buddy Holly, y posteriormente surgió Elvis Presley como figura líder al transmitirle dicha música a los blancos y mercadeándola como música para adolescentes, además de explotar su propio sex appeal.
[3]A nivel de literatura, se destaca la aparición de la llamada Generación Beat, un movimiento de escritores norteamericanos entre los cuales estuvieron Jack Kerouac, William Borroughs, Gary Snyder, etc., quienes rechazaban la actitud académica de que la poesía era solo para gente ilustrada, considerando que era para transmitirla al pueblo. Hacían lecturas públicas en diversos locales, frecuentemente con música jazz de fondo. Otro factor que los ligaba era el rechazo de los valores de la clase media y la necesidad por la protesta. El movimiento se caracterizó por la búsqueda de:
- Liberación espiritual y sexual,
- Liberar la palabra de la censura,
- La evolución del R&B como una alta forma de arte,
- La noción de un “planeta fresco” y consciencia ecológica,
- Oposición a la civilización de maquinaria industrial-militar, y
- Rechazo hacia el materialismo y la conformidad.
Este grupo es, junto al inicio de la Guerra de Vietnam en 1959, el principal catalizador del pensamiento de la contracultura, y tanto los Beatles como Bob Dylan se vieron directamente influenciados por los trabajos de estos escritores. También fueron catalizadores de los movimientos activistas de liberación femenina y de los afroamericanos.
En cuanto a la sociedad de la década, la economía explosiva de los 50 le permitió a los adolescentes gastar dinero como ninguna otra generación anterior. Empezaron a cuestionar la autoridad y retar el ambiente social, y sus padres no los consideraban confiables porque creían que todo era fácil para ellos luego de la guerra. Con el aumento de la economía, la mujer empezó a buscar trabajo en vez de ser ama de casa.
[4]Fue la década en la que el sexo empezó a vender, con Marilyn Monroe como el primer símbolo sexual de EEUU y la primera en aparecer en el centro de la revista Playboy, publicada por primera vez en 1953. Empezaron a editarse documentos referentes a temas sexuales como el estudio de comportamiento sexual de Alfred Kinsey, y se desarrolló la píldora anticonceptiva.
Empieza la lucha de los afroamericanos por la igualdad. El suceso más notable fue que Rosa Parks, una mujer de color, no quisiera moverse al fondo de un autobús, estando sentada en la sección de blancos en 1955. Esto causó que la denominaran “madre del movimiento de libertad” y “primera dama del movimiento de derechos civiles”.
Otro importante factor social fue que se esparció la televisión de forma masiva y cambió la estructura del hogar: las salas de las casas empezaron a girar en torno a la televisión. Surgen los snacks y las bandejas de comida rápida, empezando así un lento proceso de desintegración del núcleo familiar que llega hasta nuestros días.
El desarrollo de la contracultura de los sesenta
A medida que progresaron los años sesenta, la Guerra de Vietnam se convirtió en un objeto de críticas de alto perfil y ganó fuerza la idea de que la generación más joven era una nueva clase que deseaba crear una sociedad diferente. Una manifestación de esto fue la huelga general que se llevó a cabo durante las protestas de Mayo de 1968 en París, casi abrumando al gobierno francés.
A medida que se expandían las críticas hacia el orden social establecido entre la nueva clase emergente de jóvenes, surgieron nuevas teorías sobre cultura e identidad personal y se comenzaron a aceptar y fomentar ideas tradicionales no occidentales con respecto a temas como religión, organización social y espiritualidad.
La principal forma de ver el movimiento contracultural de mitad de los sesenta hasta mitad de los setenta es simplemente un levantamiento de la juventud. Muchos segmentos de la juventud de ese período eran bien educados, en comparación a otros períodos, llevando a filosofías políticas interesantes. Desde el punto de vista de los jóvenes, cualquier posición política o relacionada con la política excepto el conservatismo podía florecer: liberalismo, socialismo, comunismo, anarquismo, antimaterialismo, misticismo, hedonismo, espiritualidad, ambientalismo, feminismo y muchas otras orientaciones. Dado el alto desarrollo de la comunicación directa e indirecta de la década, era natural que algunos miembros de la generación mayor contribuyeran y se vieran influenciados por esta corriente social.
En los 60 surgieron nuevas formas culturales que se percibieron como opuestas a las anteriores, incluyendo la música popular de los Beatles, la cual rápidamente evolucionó hasta dar forma y reflejar el énfasis de la cultura juvenil en el cambio y la experimentación. Surgieron los periódicos clandestinos en la mayoría de las ciudades y pueblos universitarios, sirviendo el propósito de definir y comunicar el rango de fenómenos que definieron a la contracultura:
- Oposición radical a la institución.
- Acercamientos coloridos y frecuentemente inducidos por drogas al arte, la música y el cine.
- Indulgencia desinhibida en el sexo y drogas como símbolo de libertad.
Otra manera de ver la contracultura es como un principio de expansión aplicado a aspectos de la vida personal y la creatividad, siendo el hippie su elemento más radical. Algunos hippies formaron comunas para vivir tan lejos del sistema establecido como fuese posible. Este aspecto de la contracultura rechazaba la asociación política con la corriente dominante y aspiraba cambiar a la sociedad dejando de formar parte de ésta, desde una posición aislada.
Esto pretendía seguir el dictamen de Timothy Leary, profesor de Harvard, en 1967: “tune in, turn on and drop out” (sintoniza, enciende y despréndete). Sobre la frase, comentó en su autobiografía “Flashbacks” de 1983:
“Enciende significaba ir al interior para activar tu equipo neural y genético, sensibilizándote a los varios niveles de consciencia y los disparadores específicos que los activan. Las drogas eran el único camino para lograrlo. Sintoniza significaba interactuar armoniosamente con el mundo a tu alrededor – externalizar, materializar y expresar tus nuevas perspectivas internas. Despréndete sugería un proceso activo, selectivo y con gracia de desconectarte de los compromisos involuntarios o inconscientes. Significaba confianza en sí mismo, un descubrimiento de la propia singularidad, un compromiso a la movilidad, la decisión y el cambio. Desafortunadamente mis explicaciones de esta secuencia fueron frecuentemente malinterpretadas como Drógate y abandona toda actividad constructiva. ”
La frase se convirtió en uno de los principales slogans de la contracultura, junto con otras como “paz y amor” y “haz el amor y no la guerra”. Dado el análisis mostrado: presentaba los principales aspectos de la contracultura de un solo golpe, el uso de drogas para experimentar nuevas sensaciones y lograr un sentimiento de libertad, el respeto por los demás y la interacción pacífica con los otros seres vivos, y la autodeterminación para promover el cambio en la sociedad a partir de la individualidad y espiritualidad.
Leary interpretó su vida como la de “un empleado institucional anónimo que iba al trabajo cada mañana e iba a casa todas las noches y bebía un trago… como muchos millones de miembros de la clase media, robots liberales e intelectuales”. Fue así como en muchos otros adultos de la época se despertaron a nuevos puntos de vista y posiciones políticas a partir de los ideales y movimientos juveniles.
Sin embargo, esta forma de pensar del hippie y su propia naturaleza resultaron ser un gran impedimento al éxito de movimientos alternativos. Cuando el ensimismamiento se va al extremo y hay un rechazo demasiado grande de los valores impuestos por otros, se rechazan las expectativas de las demás personas. El individuo se aísla, lo cual puede no ser problemático para éste, pero sí para la acción y los logros colaborativos.
Pero había muchos miembros participantes de la contracultura que eran estables, dedicados y persistentes. Los años de contracultura y sus esfuerzos lograron representantes en las ciencias, comercios, negocios y leyes, además de las artes en general. Mucho se hizo en el área de la interacción de la gente con su ambiente y gran cantidad de ONGs surgieron para dedicarse a objetivos específicos, algunas manteniéndose a flote a largo plazo.
La antropóloga Jentri Anders, de California, ha observado que un número de libertades fueron promovidas dentro de la comunidad de contracultura: “libertad de explorar el propio potencial, de crearse a sí mismos como personas, de expresión personal, libertad de horarios, de roles rígidamente definidos y estados jerárquicos”. Adicionalmente, creía que los involucrados en el movimiento querían contrarrestar en la educación infantil, lo que ellos percibían como desalentar el sentido artístico, amor por la naturaleza, pasión por la música o independencia fuertemente marcada.
En un ensayo publicado en el año 1986, el historiador cultural Theodore Roszak explicó que las Computadoras Apple surgieron de la contracultura de la costa oeste de Estados Unidos. Steve Jobs y Wozniak, los desarrolladores del sistema, eran hippies fuertemente ligados a ésta. De hecho, un gran número de pioneros de la computación, luego de descubrir el LSD y divagar por los campus de Berkeley, Stanford y MIT emergerían de esta casta de “rebeldes” para darle forma al mundo moderno con su tecnología.
Fue gracias a este movimiento que evolucionaron significativamente diversos aspectos de la sociedad, especialmente en Estados Unidos. Las protestas por los Derechos Civiles y protestas Antibélicas surgieron por toda la nación, especialmente a medida que se intensificó la Guerra de Vietnam y reclutaban cada día más jóvenes que nunca volverían a casa. Esto también despertó la necesidad de cada grupo social de defender sus derechos y exigir igualdad: nació el feminismo y comenzaron los avances de la mujer hacia la igualdad a nivel social, electoral y laboral. También aumentaron sus derechos al disfrute sexual con el surgimiento de “la píldora” y el concepto de “amor libre”. Surgieron por primera vez los movimientos de liberación gay y el ambientalismo vio sus primeras luces.
Explotó la Revolución Sexual, que retaba todo lo establecido con respecto a las relaciones amorosas: aceptación del sexo público y del nudismo, la normalización de la homosexualidad, y estar con varias parejas a la vez, quedando atrás las relaciones monógamas. Ya para el inicio de los 70 era aceptable que las universidades tuvieran dormitorios mixtos, donde los estudiantes de ambos sexos pudieran relacionarse libremente. Las relaciones pre-maritales, tan estigmatizadas anteriormente, se convirtieron en algo ampliamente aceptado.
También se llevó a cabo uno de los mayores – y peores – legados que dejó la época: el uso indiscriminado de drogas. Su desarrollo en compañías farmacéuticas, campus universitarios e incluso en las salas de baño a lo largo del mundo. Fue algo nunca antes visto: LSD, niebla púrpura, mezcalina sintética, metanfetaminas, marihuana y cocaína corrían por todos los círculos de jóvenes involucrados en la contracultura, probando todo lo que pudieran sin pensar en las consecuencias, muriendo muchos de ellos. Parte de esto se debió a la presión social de estar en fiestas donde todos se drogaban y ser la única excepción, pronto ellos mismos entraban en el círculo. Adicionalmente, músicos como los Beatles, Jimi Hendrix y Bob Dylan admitían su uso. Siendo vistos casi como deidades, los jóvenes buscaban imitarlos. [5]
La policía hizo lo posible por combatir las drogas, pero los hippies pensaban que lo que buscaba era controlar a los individuos de pensamiento libre, ya fuera negándoles las sustancias “liberadoras” de la mente o aprisionando a los que las usaban.
[6]A medida que Estados Unidos se involucró más en la Guerra de Vietnam, la oposición de la contracultura cambió de la fase del gentil “niño de flores” a una postura más agresiva, uniéndose con la Nueva Izquierda.
Los líderes políticos estaban acostumbrados a acallar la auto-indulgencia de los hippies, ya que sus seguidores frecuentemente sucumbían al atractivo de las drogas psicodélicas y los tiempos felices de la unión grupal acompañados de rock n’ roll. Sin embargo, muy pronto la violencia endémica de los tiempos se filtró, y el “Verano del Amor” concluyó dos años después con eventos como los asesinatos de la familia Manson.
Además del impacto por tanta violencia, ¿por qué el movimiento declinó tan rápidamente? La contracultura apoyaba desvergonzadamente la discriminación por edad: “No confíes en nadie mayor de 30”. Esto desconectó a los jóvenes de la experiencia acumulada y sabiduría de los adultos que apoyaban su causa. Descartando el mejor juicio de sus mayores, muchos reclutas de la contracultura se volvieron sexualmente experimentales con cualquier tipo de pareja, sin importar su sexo, aun si eran heterosexuales. Ocurrieron arrestos masivos por posesión de marihuana. El paso de este fenómeno cultural dejó tras de sí una actitud anti-convencional desafiante, convirtiendo las organizaciones tímidas y clandestinas en organizaciones y movimientos nacionales que retaban abiertamente los tabúes de la sociedad occidental. Dejó sus marcas en la vestimenta, música, difusión del ideal comunista, entusiasmo por el cuestionamiento de las instituciones y lo establecido, disminución de los sentimientos de culpa y aumento de la promiscuidad.
Pero no todos los efectos fueron negativos: gracias a que la juventud se unió, finalmente pudieron expresarse con una misma voz y ser claros y consistentes con sus ideales de paz y búsqueda de mejoras para la sociedad. Fue así como se logró hacer a un lado la segregación de los afroamericanos, se permitió a la mujer tener independencia, ser parte de la fuerza laboral y disfrutar de su sexualidad, además de difundir a nivel mundial el concepto de resistencia pacífica que tanto promovían líderes como Ghandi y Martin Luther King, promover el pensamiento individual, fomentar el arte y flexibilizar todo tipo de reglas sociales. Provenientes de un mundo cuadrado y blanco y negro, lo convirtieron en un ambiente lleno de color, naturaleza y respeto por el prójimo, una tarea nada fácil.
Efectos en la década de 1970
[7]Los movimientos sociales, en particular el movimiento antibélico, mantuvieron su fuerza especialmente en los campus universitarios. El evento más devastador fue la Masacre de Kent State, donde cuatro estudiantes fueron asesinados y nueve fueron heridos por Guardias Nacionales de Ohio para acallar las demostraciones antibélicas, causando una huelga general estudiantil en todo Estados Unidos. También se hicieron esfuerzos a favor de la integración racial en las escuelas y continuó la exigencia de igualdad legal por parte de las mujeres, los homosexuales y otras minorías.
Las mujeres superaron la cantidad de hombres en las universidades, y un aumento generalizado en los divorcios generó un nuevo grupo poblacional de mujeres económicamente a cargo de familias enteras, cayendo en pobreza. La participación femenina en cargos políticos fue arrasadora, especialmente en altos cargos: fue elegida la primera mujer presidente en Argentina, Isabel Martínez de Perón en 1974; en 1979, fue elegida Margaret Thatcher como Primer Ministro Británico, convirtiéndose además en la líder política que mantuvo el cargo por más tiempo en la historia (1979-1990). La presencia política de los afroamericanos en Estados Unidos también aumentó, apareciendo los primeros alcaldes de dicha raza en estados como Los Ángeles y Detroit.
La juventud finalmente ondeó la bandera blanca ante sus superiores. Tanto la cultura hippie como la contracultura siguieron existiendo, pero empezaron a desvanecerse poco a poco a mitad de los 70. El cambio social quedó abandonado en nombre del interés propio. Proliferaron los botones de caritas felices, los slogans de “Ten un buen día” y eventualmente todo lo “disco”. Aunque la renuncia del presidente Nixon podía interpretarse como una victoria para la contracultura, el hecho de que ninguna visión política surgió de las ruinas resultó en un abandonamiento masivo de la agenda política. En vez de eso, la cultura hippie y la contracultura quedaron relegadas a ser un accesorio de moda, el cabello largo y las drogas ya no eran una forma de protesta. Al concluir la Guerra de Vietnam, los individuos se vieron forzados a proteger sus propios intereses y nació la llamada década del “Yo”.[8]
Debido a los sucesos de los 60, la promesa de que el LSD develaba el verdadero y único yo, quedó profundamente marcada mitificando su uso y abuso. El término rock n’ roll se convirtió en algo casi sin significado. La década vio el final de los Beatles y la batalla legal por su disolución y la muerte de Elvis Presley, robando al planeta de dos enormes influencias musicales. Se perdieron los líderes visionarios que unificaban a las masas y la cultura pop empezó a caer en subdivisiones: soft rock, hard rock, country rock, folk rock, punk rock y lo peor de la década: la música disco.
Entre los principales nombres de la música estuvieron Aerosmith, los Bee Gees, David Bowie, Alice Cooper, Eagles, Fleetwood Mac, Elton John, Led Zeppelin, Pink Floyd, Bruce Springsteen, John Lennon y The Who.
Contracultura en nuestros días
La contracultura trató de capturar la esencia de la experiencia humana en la búsqueda de la libertad personal. Aunque muchas de las creencias y prácticas de la época han desaparecido, muchos elementos siguen presentes hoy en día.
La generación actual se asemeja en algunas de las ideologías culturales y prácticas de la contracultura, incluyendo la experimentación sexual y con drogas, festivales musicales, la necesidad de viajar y el sentimiento antibélico. Aunque el LSD y otros alucinógenos ya no tienen la misma popularidad, el uso de marihuana sigue siendo altamente común entre los jóvenes y ha sido legalizada en países como Holanda. Además, otras sustancias ilícitas han ingresado en la cultura popular, como la cocaína en los años 80 y el éxtasis en los 90, tornándose cada vez más peligrosas.
La heroína también alcanzó nuevos niveles de popularidad a raíz del movimiento grunge, con un grupo consistente de usuarios como Nirvana, Alice in Chains y Stone Temple Pilots. La explosión de la música electrónica durante los primeros años del siglo XXI también sirvió de vehículo para el abuso de drogas como las pastillas de éxtasis, y se popularizaron las fiestas rave, donde comúnmente los jóvenes terminan en hospitales o mueren de deshidratación. La metadona se ha convertido en la droga más problemática de la última década por su alta potencia y por el peligro que se corre al prepararla, además de ser “cocinada” comúnmente en garajes de casas y zonas residenciales.
Los hippies y los individuos de mente abierta asisten a festivales, de varios días a lo largo del verano, que cuentan con multitud de bandas. Al igual que Woodstock, son realizados lejos de la civilización, en áreas rurales, y utilizan carpas en vez de alojarse en hoteles, valorando la experiencia con el mundo natural.
El concepto de la “vida en la carretera” fue algo revolucionario en la época de los 60; presentándole a los jóvenes la oportunidad de recorrer otros países y explorar nuevos lugares y personas. La generación de hoy en día también presenta este sentimiento, y no es raro ver mochileros en lugares como Europa o Sudamérica, siempre buscando nuevas aventuras. Ello representa un viaje espiritual y la oportunidad de reflexionar sobre uno mismo a través de la experiencia. Algunas personas lo eligen como estilo de vida alternativo al trabajo, hogar y familia.
Otra incorporación de la contracultura en la actualidad es la práctica sexual abierta. “Sexo, drogas y rock n’ roll” sigue siendo un concepto altamente popular. Cada vez más adolescentes tienen relaciones sexuales tempranas, y en las universidades lo más común es tener uno o más compañeros sexuales. Esto ha generado una nueva problemática en países de bajos recursos: los embarazos precoces. Se ha tenido que realizar una fuerte campaña a favor del uso del preservativo luego de la aparición del SIDA, en los años 80. La televisión y el cine han popularizado la idea del sexo como algo casual y ya no simboliza un acto sagrado y significativo; de hecho, en la cultura europea es altamente común tener encuentros sexuales de una noche.
Queda claro que diferentes prácticas de la contracultura aun están presentes en la generación actual. ¿Qué correspondería pensar de esto? Deberíamos apreciar la mayoría de los aspectos, porque promueven que la gente experimente cosas distintas en su juventud y tenga diferentes apreciaciones del mundo, creando así sus propias opiniones y desarrollando su personalidad. Se debe seguir fomentando el derecho de expresarse libremente y promover la creatividad e independencia en el individuo.
Aunque el uso de drogas y el sexo libre conlleven peligros, las personas necesitan entender quiénes son y qué es importante para ellos antes de entrar en el mundo adulto. Gracias a dichas ideologías, la gente tiene libertad para descubrir qué es significativo para ellos, dónde quieren estar y que oportunidades quieren tomar en cada momento de su vida. [9]
Otros elementos que están fuertemente presentes en la cultura de hoy, son la ecología y la influencia oriental. Fueron los hippies quienes masificaron en occidente la visión de ambientalismo, de conectarse con la naturaleza, ser vegetarianos, cuidar la Tierra y respetar a los animales, además de promover el cultivo de sus propios jardines orgánicos. Muchas tiendas de salud y suplementos fueron creadas por ex-hippies. También difundieron la medicina alternativa a través de elementos tan importantes como la acupuntura.
Adicionalmente, el yoga construyó sus bases en occidente durante esa época, y otras disciplinas como el tai-chi. La meditación trascendental y la búsqueda de la reflexión interior fueron también traídos por el vehículo hippie, y a través de la globalización se expandieron a lo largo de todo el planeta. Incluso en Venezuela es difícil conseguir un gimnasio sin clases de yoga, y en cualquier sitio se vislumbran clínicas de medicina holística y terapias naturales.
Conclusiones
La contracultura de los 60 fue el eje del pensamiento libre en el ser humano del siglo XX en adelante, cuando se abrieron las puertas a miles de posibilidades luego de estar cerradas durante años bajo las reglas sociales conservadoras. Por primera vez en la historia, los jóvenes contaron con una voz unida y masiva que hizo temblar a los adultos en las instituciones. No tuvieron miedo en reclamar aquello con lo que no estaban de acuerdo y en exigir lo que por derecho les correspondía.
Gracias a su lucha, actualmente la mujer cuenta con igualdad dentro de la sociedad – en algunas culturas más que en otras – y casi todas las mujeres jóvenes y de mediana edad forman parte de la fuerza laboral en la mayoría de los países y en cualquier profesión. Tanto hombres como mujeres disfrutan de su sexualidad y pueden discutir el tema abiertamente, sin que sea un tabú, y han surgido muchos más métodos anticonceptivos.
El concepto de igualdad no sólo se ha expandido a un asunto de género sino de raza, y la sociedad valora tratar a todas las personas por igual, independientemente de su nacionalidad o raza – incluso a nivel legal. Basta con darse cuenta de que el actual presidente norteamericano, Barack Obama, es afroamericano con ascendencia árabe.
La introspección, meditación y apreciación por la espiritualidad ayuda a millones de personas a seguir la religión de su preferencia, o simplemente a tener su propio concepto de espiritualidad y principios de vida. Mucha gente ha integrado elementos orientales a su vida cotidiana como las clases de yoga, la música de relajación y la meditación, promoviendo así el conocimiento de sí mismo y la búsqueda interior por crecer como personas.
Los estudiantes son altamente respetados como fuerza política. En nuestro país hasta hace pocos años existía cierta apatía política en los jóvenes, pero a raíz de las decisiones tomadas por el gobierno a partir del 2007 nació el Movimiento Estudiantil como fuerza para la búsqueda del cambio y como voz de protesta ante el mandato chavista. Esto demuestra que el espíritu de la contracultura de los 60 está dentro de todos nosotros, y que solo necesita motivación para despertarse y ponernos a luchar por nuestros ideales.
Pero sería absurdo pensar que todo lo proveniente de la contracultura fue positivo. También ha traído uno de los peores problemas a nivel mundial: las drogas. Además de causar adicción severa y cobrar millones de vidas en términos de violencia, genera graves dificultades políticas y sociales como la presencia de las FARC en Colombia y el uso de los aeropuertos venezolanos como sitio de distribución de drogas a otros países. Muchos jóvenes no logran salir nunca de la drogadicción y otros de bajas condiciones económicas son utilizados como narcomulas, casi siempre muriendo en el proceso. Por el otro lado los jefes del narcotráfico disfrutan de inmunidad y lujos dados su poder económico, mientras muere la gente inocente tras la violencia que produce. Este es sin duda el efecto más negativo de aquello que comenzó de forma ingenua en los 60 como una forma de pasar la tarde.
De la contracultura se debe tomar lo bueno y lo brillante, la propuesta de paz y amor como forma de vida, el desarrollo de la libertad personal del ser humano y el respeto a la libertad de pensamiento y expresión. El amor por la naturaleza y el entendimiento de que al unirse en una comunidad, se pueden lograr grandes cosas. La apreciación por las nuevas experiencias y no perder nunca el espíritu de cambio y evolución. Pero se debe dejar atrás el descuido de lo cotidiano, la afición por el hedonismo sin propósito y el concepto de alienarse de la sociedad por no estar de acuerdo con su funcionamiento, y del consumo de drogas para escapar de una realidad desagradable. Se debe tratar de mejorar la sociedad desde dentro de ella, empezando por uno mismo, y siempre tener la valentía de enfrentarse a la realidad.
Referencias bibliográficas / Todos los vínculos fueron consultados en Junio de 2012
[1] Counterculture. Disponible en internet: http://counterculture.wikia.com/wiki/Counterculture.
[2] Generation Gap. Wikipedia en inglés. Disponible en internet: http://en.wikipedia.org/wiki/Generation_gap.
[3] Parkins, K (2005). Beat Generation. Disponible en internet: http://www.heureka.clara.net/art/beat-generation.htm.
[4] Society in the 1950s. Disponible en internet: http://elcoushistory.tripod.com/society1950.html.
[5] Stone, S (1999). Hippies from A to Z: Hippies and Drugs. Disponible en internet: http://www.hipplanet.com/books/atoz/drugs.htm.
[6] Roszak, T (1969). The Making of a Counter Culture. NY: Doubleday. Fragmento disponible en internet: http://www.williamapercy.com/wiki/images/Counterculture.pdf
[7] American Cultural History: 1970-1979. Lonestar College-Kingwood Library (1999). Disponible en internet: http://kclibrary.lonestar.edu/decade70.html.
[8] 1970’s Decade Overview. American Hit Network (2012). Disponible en internet: http://www.americanhitnetwork.com/ahn/decade-overview.cfm/decade/1970
[9] Herwitt, J (2006). Traces of the 1960s Counter-Culture in the 21st Century. Disponible en internet: http://voices.yahoo.com/traces-1960s-counter-culture-21st-century-114351.html.